Convergència admite la "lógica" de una revuelta que Salut desdeña

Lasmanifestaciones y encierros en hospitales y centros de asistencia primaria (CAP) y larevuelta de alcaldes de todas las formaciones políticas, CiU incluida,contra el cierre y el recorte horario de numerososcentros de salud no parece preocupar en exceso a los responsables de laConselleria de Salut. Estosniegan relevancia a las protestas y se declaran "tranquilos" y convencidos de que "lainmensa mayoría de la población"defiende los recortes sanitarios de la Generalitat.

No es este, sin embargo, el sentimiento de ladirección de Convergència Democràtica (CDC), la cual admite el volumen de las protestas.Lluís Corominas, responsable de política municipal en la ejecutiva delpartido de Artur Mas, consideró ayer que es"lógico" que muchos desus alcaldes se hayan sumado a las protestas contra el recorte sanitario, yentendió que los ediles no duden enprotestar contra el Gobierno de CiU. Corominas agregó que nadie espera que los representantes de la federación nacionalista en los municipios"se inmolen" por el Ejecutivo catalán, aunque reclamó queno se mezclen datos "relevantes" con problemas "puntuales". "Hay --dijo-- decisiones más compartidas y otras menso, y hemos de analizarlas todas. No es lo mismo que un CAP cierre para siempre, que se suspenda la atención nocturna en consultorios locales en los que hay poca afluencia de pacientes".

LaConselleria de Salut, no obstante,lo ve distinto. Francesc Sancho, secretario de Estratègia i Coordinació del departamento que dirigeBoi Ruiz, sostuvo ayer quela política sanitaria es "apoyada y comprendida" por los ciudadanos y los alcaldes que gobiernan en laspoblaciones afectadaspor el cierre de consultorios de atención continuada. Muchos de esos ediles (algunos nacionalistas, como los de Sant Cugat, Ripoll, Hostalric, Vidreres y Almacelles) han manifestado esta misma semana surechazo a los recortesque les afectan.

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