SENTENCIA por un SUCESO Del 2009

Absueltos 4 policías por la muerte de un joven en Terrassa

El fallo señala que no hay pruebas de que la víctima cayera por una bofetada

Los cuatro policías juzgados, durante la vista oral.

Los cuatro policías juzgados, durante la vista oral.

EL PERIÓDICO / BARCELONA

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La Audiencia de Barcelona ha absuelto a los cuatro policías locales acusados de agredir y causar la muerte del joven Jonathan Carrillo en Terrassa en el 2009, así como a los sanitarios que le atendieron. La fiscalía pedía penas de hasta cuatro años de cárcel para los agentes y para dos médicos y un enfermero. Durante el juicio no ha quedado probado que la causa de la caída de la víctima, ebria, se debiera a que uno de los agentes le pegara una bofetada, como sostenía la acusación. Asimismo, el fallo rechaza que los sanitarios actuaran de forma negligente porque no fueron informados del golpe que la víctima se había dado en la cabeza.

La muerte del joven ocurrió el 16 de octubre de 2009, horas después de ingresar en el servicio de urgencias del Hospital Mútua de Terrassa, que trató su caso como una mera intoxicación etílica, sin practicarle las pruebas que habrían detectado la lesión mortal en su cabeza.

Ahora, la audiencia ha absuelto a los policías por considerar que no hay pruebas de que el principal acusado le diese una fuerte bofetada que lo dejara semiinconsciente. La sentencia señala que los testigos de los hechos estaban demasiado lejos para apreciar el presunto golpe y subraya que la víctima estaba bajo los efectos del alcohol. Los acusados habían manifestado que el joven perdió el equilibrio y cayó al suelo, aunque el fiscal y la acusación particular habían apuntado a que uno de los policías le propinó una bofetada.

El fiscal también acusó por presunto homicidio imprudente a tres sanitarios que atendieron al joven en el servicio de urgencias del Hospital Mútua de Terrassa, adonde la víctima fue trasladada y murió horas después, porque, según su versión, no le hicieron las pruebas adecuadas a las lesiones que presentaba. En cambio, el abogado de la familia exculpó a los facultativos.

La sentencia señala que los sanitarios no actuaron negligentemente ya que no podían prever las graves consecuencias del golpe, y dieron más importancia al estado etílico del joven que al golpe. Respecto a los policías, el juez considera que no alertaron a los sanitarios de la gravedad del golpe porque ellos mismos no lo consideraron tan importante, «con independencia del motivo de la caída».