La apuesta por la inteligencia artificial impulsa los beneficios de Microsoft y Google

La apuesta por la inteligencia artificial (IA) sigue impulsando el negocio de Microsoft y Google. Ambas compañías tecnológicas superaron las expectativas al anunciar, este jueves, sus últimos resultados trimestrales, acelerados por la creciente demanda de sus servicios de computación en la nube.

En los primeros tres meses de 2023, Microsoft registró un aumento del 17% de sus ingresos, que ascendieron a 61.900 millones de dólares, y del 20% en sus beneficios, alcanzaron los 21.900 millones. Esas cifras están por encima de las estimaciones de Wall Street.

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Por su parte, Alphabet, la empresa matriz de Google, informó que entre enero y marzo registró un aumento del 15% de sus ventas, por valor de 80.500 millones, y de hasta un 36% de sus beneficios, que se situaron en 23.700 millones. El gigante californiano también superó las previsiones de los analistas.

Impulso en la nube

En el caso de Microsoft, ese acelerón se debe principalmente al buen rendimiento de su producto estrella de nube, Azure, cuyas ventas se han disparado un 31%. El 'cloud' es la arquitectura digital que sostiene Internet, su columna vertebral. Microsoft proporciona servicios informáticos a todo tipo de clientes, pero también permiten el funcionamiento de sus nuevas herramientas de IA generativa, que han impulsado más de una quinta parte del crecimiento de su negocio. "Azure se ha convertido en un puerto de escala para prácticamente cualquiera que esté realizando un proyecto de IA", ha dicho su director ejecutivo, Satya Nadella.

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El principal motor económico de Google sigue siendo la publicidad digital. Parte de ese negocio se articula a través de su popular buscador, que en el primer trimestre creció un 14% hasta generar un 46.200 millones de ingresos acelerado por las ventas en Youtube, de su propiedad. El gigante también se nutre de sus servicios en la nube, unidad en la que las ganancias aumentaron un 28%, hasta 9.600 millones.

Más inversión

Microsoft y Google llevan años enzarzados en una feroz carrera por el dominio de la IA, un mercado emergente que promete jugosos beneficios económicos. Aunque históricamente había ido por detrás, la compañía fundada por Bill Gates se alió con OpenAI, la empresa que en noviembre de 2022 lanzó al mundo ChatGPT, dando el pistoletazo de salida a una nueva fiebre de inversiones en el sector tecnológico. Esa apuesta, junto a la creciente integración de la IA en sus servicios (no sin problemas), le ha permitido escalar hasta convertirse en la compañía más valiosa del mundo. Google respondió lanzando Gemini, pero este sistema también ha estado envuelto en varias polémicas.

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En su carta a los accionistas, Microsoft y Google reiteraron su intención de seguir aumentando el gasto en IA. En el primer trimestre, Google ha disparado un 91% sus inversiones de capital hasta alcanzar los 12.000 millones de dólares y un 4% en I+D, que llegó a 11.900 millones.