la alerta se extiende

Estado de emergencia en un centro nuclear de los Urales

Las autoridades se movilizan para proteger varias instalaciones estratégicas

EL PERIÓDICO
MOSCÚ

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Las autoridades rusas decretaron el viernes el estado de emergencia en el centro de procesamiento y almacenaje de residuos nucleares de Maïak, en los Urales, ante la propagación de los incendios, según anunció ayer la Administración local.

«El jefe de la Administración decretó el 6 de agosto el estado de emergencia en los bosques y parques de la localidad de Ozersk –donde se encuentra el complejo nuclear– a causa de la propagación de los incendios», rezaba una escueto comunicado hecho público ayer. La nota añadía que el jefe de la Administración, Viktor Trofimtchouk, presidirá hoy martes una reunión de urgencia «para coordinar los esfuerzos de los servicios concernidos».

El hecho de que las autoridades hayan tardado tres días en informar del estado de emergencia y cuatro días en celebrar una reunión de coordinación ilustra la escasa transparencia y lentitud generalizada de la reacción de los responsables.

El centro de reprocesamiento de residuos nucleares de Maïak se halla en la región de Tcheliabinsk, en los Urales, a unos 2.000 kilómetros al este de Moscú. El complejo, que en la actualidad tiene capacidad para procesar 400 toneladas de combustible al año, protagonizó en 1957 una de las peores catástrofes nucleares en la Unión Soviética, cuando se produjo una fuga de residuos nucleares líquidos que afectó a 260.000 personas y obligó a la evacuación de varias localidades de la región.

Varias instalaciones nucleares están en zonas de riesgo. El ministro de Situaciones de Emergencia, Serguei Shoigu pidió el domingo a los servicios de extinción que trabajen las 24 horas del día para apagar un incendio que se extiende por siete hectáreas alrededor del centro nuclear de Snejisnk (también en los Urales, a 1.500 kilómetros de Moscú), que fabrica armas nucleares.

CORTAFUEGOS / En cuanto al Centro Nuclear Federal de Sarov, en la región de Nijni-Nóvgorod, a 500 kilómetros al este de Moscú se mantiene la vigilancia en cuatro zonas donde subsiste el riesgo de incendios. Este centro, antes denominado Arzamás-16 y que en 1949 produjo la primera bomba atómica sovietica, ahora alberga también un instituto de física experimental. Para protegerlo, el Gobierno movilizó a varios centenares de soldados. Las tropas federales han cavado un cortafuegos de ocho kilómetros de largo y 150 metros de ancho y lo han limpiado de toda vegetación. Las autoridades han retirado ya todo el material radioactivo y explosivo del centro, según el jefe de la agencia atómica rusa, Rosatom, Serguéi Kiriyenko.

La zona fronteriza con Ucrania es también motivo de preocupación ya que se teme que si el fuego llega allí pueda volver a esparcir por el aire posibles restos de radioactividad del accidente de Chernóbil de 1986.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev ordenó el pasado miércoles reforzar la seguridad de los centros nucleares, bases militares e instalaciones estratégicas, después de que las llamas alcanzaran una base naval en Kolomna, a unos 100 kilómetros al sureste de Moscú.