DEBATE PARLAMENTARIO SOBRE LA CONVOCATORIA INDEPENDENTISTA

El PSOE pide al Congreso que condene a Santamaría por el 1-O

La portavoz socialista, Margarita Robles, este martes en el Congreso.

La portavoz socialista, Margarita Robles, este martes en el Congreso. / periodico

Juan Ruiz Sierra / Iolanda Mármol

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La distancia entre el PP y el PSOE sobre la crisis territorial es cada vez mayor. Dos días después de la convocatoria independentista, los socialistas han registrado este martes en una iniciativa parlamentaria de enorme calado político: quieren que el Congreso repruebe a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como coordinadora del operativo policial durante el 1-O, una jornada en la que hubo numerosas cargas policiales. La interpelación urgente quizá se discuta la semana que viene, si el PNV cede su cupo al PSOE. La iniciativa, en cualquier caso, tiene visos de prosperar si todo el arco parlamentario, salvo el PP y Ciudadanos, la secunda. Unidos Podemos ya ha confirmado que votará a favor.    

La portavoz de los socialistas, Margarita Robles, ha dejado claro su respaldo a la Policía Nacional y la Guardia Civil, pero considera que Santamaría dio “instrucciones políticas” para que los agentes ejercieran el uso de la fuerza para impedir la consulta separatista.

Aun así, el PSOE mantiene su respaldo al resto de actuaciones frente al órdago independentista. “El PSOE va a estar siempre con el Estado de derecho. El PSOE apoyará todo lo que implique la defensa de la legalidad”, ha explicado Robles.

La negociación "no es el camino"

El desencuentro entre el PP y los socialistas es imposible de ocultar. Si el lunes Pedro Sánchez reclamó a Mariano Rajoy durante su reunión en la Moncloa que inicie una “negociación inmediata” con Carles Puigdemont, los populares han trasladado que no contemplan dar ese paso. “¿Negociación con quien está violentado la Constitución? No es el camino”, ha dicho el portavoz parlamentario de PP, Rafael Hernando. El dirigente conservador, sin embargo, ha evitado incidir en la falta de acuerdo con el PSOE. “No me cabe ninguna duda de que el señor Sánchez es un aliado en la defensa del Estado de derecho. Me gustaría coincidir con él no solo en el diagnóstico, sino también en la terapia a aplicar. Ha habido discrepancias, pero en lo esencial estamos juntos. Sigamos estando juntos”, ha pedido Hernando.

Pero los dos partidos mayoritarios no están “juntos” sobre las medidas a tomar si, como sugirió Puigdemont el domingo por la noche, el Parlament aprueba “en los próximos días” una declaración unilateral de independencia. El PSOE sigue sin ver con buenos ojos una hipotética aplicación del artículo 155 de la Constitución, que permitiría suspender competencias de Catalunya si lo aprueba el Senado, una cámara donde el PP tiene mayoría absoluta. Hernando, de hecho, ha dado a entender que no pondrá en práctica esta medida si no hay acuerdo con Sánchez. “Si [la aplicación del artículo 155] solo es adoptada por una fuerza política en el Senado, es difícil que tenga el respaldo de la mayoría de la sociedad catalana”, ha dicho Hernando.  

La intervención del portavoz popular ha sido muy distinta a la de su homóloga socialista. Hernando, durísimo con los dirigentes independentistas, ha anunciado una proposición no de ley, cuyos efectos son solo declarativos, para que la Cámara baja muestre su apoyo a “los cuerpos y fuerzas de seguridad como garantes del Estado de derecho”. La iniciativa, que también se presentará en ayuntamientos y parlamentos autonómicos, según fuentes del partido de Mariano Rajoy, no se debatirá en el Congreso hasta dentro de dos semanas.

“Queremos que el Congreso muestre su apoyo y respeto incondicional a la Policía nacional y la Guardia Civil en unos momentos de extraordinaria dificultad. Queremos que el Congreso condene el hostigamiento a los cuerpos de seguridad. Queremos que se utilicen con determinación y firmeza, desde la proporcionalidad, todas las herramientas del Estado de derecho”, ha dicho el portavoz popular, que también ha exigido a Puigdemont y Oriol Junqueras que dén “órdenes” para que cese lo que ha definido como “aquelarre” contra las fuerzas de seguridad. Para el dirigente conservador, escenas como las vividas la pasada noche en Calella, donde 100 guardias civiles fueron expulsados del hotel donde se alojaban, remiten al régimen nazi, al que no ha llegado a citar. “Esas turbas recordaban los momentos históricos más negros de Europa”, ha señalado Hernando.

Previamente, en una entrevista en RNE, ha dicho incluso que "ERC y la CUP están deseando que haya muertos en Catalunya". El líder del PSC, Miquel Iceta, le ha afeado este comentario, propio, en su opinión, de una "tarjeta roja". "Rafa, quédate en casa y déjanos a los que queramos arreglar el problema", ha señalado en declaraciones a 'La Sexta'.  

Podemos insiste en la moción de censura

Unidos Podemos, mientras tanto, ya ha anunciado que apoyará la reprobación de Santamaría, pero le parece un gesto insuficiente, así que ha vuelto a pedir a Sánchez que encabece una moción de censura. Los morados sostienen que, ante el clima de tensión en Catalunya, hay más razones que nunca para que esa iniciativa salga adelante.

“Si quiere reprobar de verdad y no a medias, toca hacer una moción de censura y echar al PP. Si no echamos pronto al PP del Gobierno lo vamos a lamentar todos”, ha opinado la portavoz de los morados, Irene Montero, que ha acusado al PSOE de apoyar la “estrategia del porrazo”.

Montero ha pedido a los socialistas que dejen de hablar de diálogo en términos genéricos y asistan a la reunión que este miércoles mantendrá su asamblea parlamentaria, una mesa de partidos que suma a Unidos Podemos, ERC, PDECat, PNV y Compromís. El PSOE ha declinado asistir a ese encuentro, como ya renunció a acudir al cónclave en Zaragoza del pasado 24 de septiembre. Los socialistas tampoco contemplan una moción de censura como la que defienden los morados, ya que esta, para salir adelante, debería contar con los votos de las fuerzas independentistas.