EL DEBATE SOBERANISTA

El Govern intenta calmar a la CUP tras el fiasco de las urnas

La 'consellera' de Presidència y portavoz del Govern, Neus Munté.

La 'consellera' de Presidència y portavoz del Govern, Neus Munté. / periodico

FIDEL MASREAL / AGUSTÍ SALA / J. G. ALBALAT / BARCELONA

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Un nuevo impedimento se ha cruzado en el arduo camino del independentismo hacia el referéndum del 1-O. La Generalitat ha declarado desierto el concurso para la adquisición de las 8.000 urnas necesarias para la consulta, pero en público el Ejecutivo catalán se ha negado a aclarar cómo piensa conseguirlas. Este revés ha generado tensión y malestar entre el PDECat ERC, por una parte, y entre el Govern y su socio parlamentario, la CUP. Ambas partes se han reunido por la tarde en el Palau de la Generalitat, en un encuentro en el que Junts pel Sí ha querido transmitir calma a los anticapitalistas, que horas antes habían mostrado un fuerte enojo por la falta de explicaciones del Gabinete de Carles Puigdemont.

"Existen unas cuestiones tasadas que no se cumplen en este caso por parte de las empresas porque no han podido acreditar la solvencia presentando documentación en el plazo establecido", ha explicado la portavoz del Govern, Neus Munté, sobre las dos compañías que participaban en el concurso, <strong>Plastic Express </strong>y la UTE formada por <strong>Espai World</strong> y<strong> Suministros Integrales Futbida</strong>. Horas más tarde, fuentes presentes en la reunión soberanista citadas por TV-3 señalaron que ambas empresas recibieron presiones para que no participaran en el concurso y que incluso la Guardia Civil, según la cadena, visitó a una de ellas.

Fuentes de la Generalitat explicaron posteriormente a la rueda de prensa de Munté, respecto a los trámites, que ninguna de las firmas había alcanzado los 365.000 euros de facturación que se exigía en los últimos tres años en la cláusula décima del pliego de condiciones del concurso del lote de urnas de metacrilato, el más costoso. En algún caso, las ventas anuales de las empresas son inferiores al valor del contrato en licitación (200.000 euros).

Ahora bien, otras fuentes del Ejecutivo catalán aseguran que una de las concurrentes, la UTE, sí alcanzó en algún ejercicio el umbral de los 365.000 euros, gracias a la suma de ventas de las dos compañías, pero quedaba por debajo en los otros dos años de referencia. "Como no se ha querido ser muy riguroso, se ha optado por rechazar también la oferta en ese caso, aunque cumplía alguno de los años", agregan las citadas fuentes, que confirman que en el Govern se sabía desde hace 15 días que el concurso quedaba desierto.

EL TEMOR

La estrategia seguida no ha gustado a ERC. Fuentes del PDECat alegan que de haber adjudicado las urnas con el concurso ya abierto, el Estado lo habría recurrido, a lo que fuentes de Esquerra replican que el Gobierno central actuará en cualquier caso contra todo paso que dé la Generalitat. Los republicanos no esconden su malestar con los posconvergentes y temen que estos estén empezando a flaquear en el rumbo hacia el referéndum, por lo que lanzan el siguiente reto: "Si alguien no quiere hacer el referéndum, que lo diga ya".

Las alternativas ahora pasan o bien por un decreto de compra de urnas por un valor económico menor (que no obligue a sacarlas a concurso), o bien por la adquisicón de urnas de cartón, como las del 9-N. El 'president' Puigdemont, en la línea de lo dicho horas antes por Munté, se ha limitado a publicar un mensaje en su cuenta de Facebook en el que asegura que el 1 de octubre "habrá urnas". No aclaró cómo.

LA CUP SALE EN TROMBA

Tras el anuncio de Munté del concurso desierto y antes de la cumbre en Palau a la que han asistido, esta vez sí, los anticapitalistas, la CUP ha expresado su "más absoluta perplejidad" ante las "no explicaciones" del Govern sobre cuál será el siguiente paso para adquirirlas. Los 'cupaires' han exhibido su malestar al afirmar que se sienten ninguneados "sobre la toma de decisiones del día a día con respecto al referéndum", y avisar con contundencia al Ejecutivo catalán de que no tolerarán "subterfugios" ni "actitudes pusilánimes".

"¡Basta ya de pusilánimes que buscan subterfugios! Vayamos de cara, hay que comprarlas y esto tiene que hacerlo el Govern", ha exigido la diputada anticapitalista Mireia Boya, quien, sobre la posibilidad de que las urnas acaben siendo de cartón, tal como ocurrió en la consulta del 9-N, ha asegurado que "deberían ser urnas clásicas que sean homologables a nivel internacional".

PROCESO EN EL TSJC

Por su parte, el Ejecutivo central sí ha vinculado la marcha atrás en la licitación de las urnas con la querella de la fiscalía contra la 'consellera' de Governació, Meritxell Borràs, y el secretario general en el momento de la licitación, Francesc Esteve, y que ha sido admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), informa Pilar Santos. Sin embargo, la defensa de la 'consellera' ya ha anunciado que presentará ante el alto tribunal catalán el acta que declara desierto el concurso para la compra de las urnas para pedirle que archive la querella, informa J. G. Albalat.