DE VUELTA A LAS URNAS

26-J en Catalunya: Consulta como puedas

ERC evita replicar a CDC mientras En Comú Podem y PSC intentan controlar a los suyos

LOS CANDIDATOS YA TIENEN SU COCA ELECTORAL_MEDIA_2

LOS CANDIDATOS YA TIENEN SU COCA ELECTORAL_MEDIA_2

NEUS TOMÀS / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En Catalunya, la campaña transcurre entre sus particulares ‘ismos’. Podemismo, independentismo, federalismo y unionismo conviven entre el ilusionismo y el pragmatismo. Estos dos últimos se van combinando en función del día (y de los errores y aciertos de adversarios y propios). Mucha doctrina política pero con un claro gancho. Sí, la manida referencia a ‘Airbag’ viene al pelo porque el concepto sigue siendo el concepto y este no es otro que el referéndum, en todas las versiones imaginables. Está el legal y pactado, que en esta campaña ha dejado de ser condición sine qua non para Podemos. Paralelamente, de golpe y casi sin aviso previo, ha aparecido y con fuerza el referéndum unilateral de independencia. El llamado RUI se ha colado en mítines y entrevistas como posible solución al callejón en el que se ha metido el secesionismo. Una CUP en horas bajas y que no concurre a las generales lo lanzó como una posible salida a la encrucijada. Esquerra lo ha abrazado tímidamente mientras Convergència, a medida que pasan los días, ha ido interiorizándolo con miedo y ninguna pasión.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"El llamado RUI\u00a0","text":"se ha colado en m\u00edtines y entrevistas como posible soluci\u00f3n al callej\u00f3n en que est\u00e1 el secesionismo"}}

Como era previsible, las tensiones que arrastra el independentismo se han trasladado a la campaña del 26-J. Las tensiones y los nervios. Convergència ataca a la CUP con toda la fuerza y los altavoces de los que dispone para recuperar el voto centrista que ha ido dejándose elección tras elección. Una estrategia comprensible tras el ‘no’ de los anticapitalistas a los primeros presupuestos del Govern de Carles Puigdemont, pero que tiene algo de paradójico teniendo en cuenta que la CUP no se presenta a estos comicios. Pero Convergència necesita más remontar en unos sondeos que siguen apuntando un descenso, y de ahí que en los últimos días haya dirigido las críticas también a sus socios de Esquerra. Artur Mas, que tiene una agenda de mítines digna de un candidato, ha acusado a los republicanos de anteponer sus intereses personales a los del ‘procés’.

Esquerra, fiel al estilo de su líder, Oriol Junqueras, no quiere caer en provocaciones y ha optado por enfocar sus ataques a Podemos, con quien comparte electorado y con el que quién sabe si tendrá que acabar entendiéndose algún día. 

LA PÓLVORA DE DÍAZ

Los socialistas catalanes, en voz baja para no abrirle un nuevo frente a Pedro Sánchez, y para no dar más pólvora de la que ya quema por su cuenta Susana Díaz (ella también tiene su ‘ismo’, el anticatalanismo), recuerdan que la reforma constitucional tendría que votarse, y que eso ya permitiría conocer qué piensan los catalanes. Sánchez ha reducido sobre la marcha su presencia en Catalunya hasta dejarla en un solo acto, el de este sábado en L’Hospitalet. Los grandes baños de masas del socialismo catalán han pasado a la historia. Lo más parecido a un mitin multitudinario que se ha visto hasta ahora fue el que Podemos organizó en el Arc de Triomf, donde congregó a más de 4.000 personas.     

Finalmente, Ciudadanos y el PP mantienen su rechazo frontal a cualquier fórmula que se asemeje a un referéndum aunque, a diferencia de otras campañas, sus mensajes son mucho más conciliadores. Eso sí, el partido naranja solo apela al origen catalán de Albert Rivera en su campaña en Catalunya. Por su parte, Mariano Rajoy busca el voto del hastío con el independentismo presentándose como el mejor garante de la unidad de España. Los populares aspiran a salvar los pocos muebles que les quedaron tras el 20-D y sueñan con recuperar un diputado en Lleida.