REACCIONES DE A PIE

Los ciudadanos reciben la subida del IVA entre la indignación y la desconfianza

El golpe al Estado del bienestar desata las iras de los ciudadanos, que expresan su opinión en la calle, unos con protestas y otros con palabras

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Carlos Trávez, Enric Coto, Maribel Cervelló, Matteo Colombo, Marta Nobre y Verónica Tondo.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, Carlos Trávez, Enric Coto, Maribel Cervelló, Matteo Colombo, Marta Nobre y Verónica Tondo. / periodico

EL PERIÓDICO / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Larespuesta ciudadana al hachazo que anuncióMariano Rajoy en el Congreso de los Diputados el pasado miércoles no se ha hecho esperar. El golpe alEstado del bienestarha desatado las iras en las redes sociales, donde los internautas se han hecho eco de su indignación. Y también en la calle, donde durante la jornada de este jueves se han sucedidoslas protestas en las calles de varias ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia. Entre las medidas del Gobierno que mayor indignación y desconfianza han provocado se encuentran los recortes a los funcionarios y, sobre todo, la fuerte subida del IVA.

Y es que la subida del IVA en plena recesión tiene dos lecturas: la del acreedor (mercados, Fondo Monetario Internacional, Unión Europea), que ven en este impuesto una fuente de ingresos para reducir el déficit y, por tanto, la deuda de quien les tiene que pagar. Y la del país: un nuevo freno para que despegue el consumo y un creciente malestar de una sociedad a la que se le subió el impuesto de la renta (IRPF) en enero pasado. El ciudadano de a pie sabe perfectamente que para él, subida del IVA supone un claro castigo para su ya mermado bolsillo. 

La gente, en la calle, también quiere decir lo que piensa.  "Afectará muchísimo; las ciruelas pasarán de 4,40 euros el kilo a 6 euros. No sé si se podría haber evitado", se lamenta Carlos Trávez, de 30 años, detrás del mostrador de una tienda de frutas y verduras. Está claro que los artículos de primera necesidad se resentirán...un poco más. Maribel Cervelló, de 58 años, tiene una tienda de embutidos y sabe que la situación es difícil, no sólo para el cliente, también para el comerciante: "Hay productos  que están ya en el límite; la subida del IVA la asumiremos nosotros y no la trasladaremos a la venta al público". Una visión que coincide en parte con la de David Barroso, carnicero de 40 años, quien afirma que subir el IVA "no es una buena manera de bajar el déficit; hay que potenciar la economía. Habría que haber actuado antes".

ENGAÑADOS Y DESENGAÑADOS

No es que la gente no esté dispuesta a apretarse el cinturón...un poco más. "No me parece bien pero en parte era necesario. Lo que está claro es que si este país no quita déficir, será peor", argumenta Enric Coto, de 64 años, y trabajador del sector de la confección. Está claro que la situación económica y las medidas para hacer frente a la crisis genera indignación, pero quizá no tanta como la sensación de sentirse engañados. "Ahora no es el momento; Se han llenado la boca diciendo que no subirían impuestos y al final lo han hecho", protesta Matteo Colombo, arquitecto italiano de 39 años, afincado en Barcelona. "Se podía haber evitado, si hubiera menos consumismo y más justicia social", añade Marta Nobre, una portuguesa de 27 años que tiene una tienda de repostería.

La irritación está a flor de piel. "Es una putada; todo va a subir y no va a arreglar nada, más bien al revés. No hay que votar a nadie. Todos a la calle", dice Verónica Tondo, azafata de 26 años, que resume en cierta manera el sentir general. Un sentir negativo y generalizado que ha ya ha explotado en ese grito protesta que no se ha hecho esperar: ¡A la calle!

>> Puede leer toda la información completa sobre el tema en e-PeriódicoPuede leer toda la información completa sobre el tema en e-Periódico