tú y yo somos tres

Una Olivetti reventó su vida

FERRAN MONEGAL

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Esta frase, que es de puño y letra de María Dueñas, la autora de la novela El tiempo entre costuras que la productora Boomerang ha adaptado en forma de teleserie para  A-3 TV, sintetiza perfectamente la historia, la peripecia, la extraordinaria aventura existencial de la humilde costurera Sira. Con una producción de enorme envergadura, y con colosales medios para llevarla a cabo, el director Iñaki Mercero ha realizado un trabajo de enorme calidad. Es una encomiable rareza que podamos ver trabajos como éste por la tele. Desconozco el grado de traición que pueda haber sufrido la novela de María Dueñas en el proceso de adaptación, pero el resultado televisivo es soberbio. Y que se haya decidido dividirla en más de 10 capítulos es una medida prudente: con una inversión de estas dimensiones sería un suicidio liquidarla en dos sesiones. La escena clave de esta primera entrega ha sido cuando Sira compra la máquina de escribir Olivetti, modelo ICO MP1, una maravilla de la época (1936). La muchacha decide aprender mecanografía para dejar de ser humilde costurera, y mientras su novio se extasía ante la máquina de escribir, Sira se derrite ante el vendedor, un tremendo pollastre (Ramiro), hermoso semental que luego demostrará ser un canalla odioso. La interpretación de Adriana Ugarte, como gran protagonista de esta historia, es deliciosa. La de Elvira Mínguez, en el papel de su madre, es de una solidez portentosa. Cabe solamente una duda en cuanto a la estrategia de presentación. Nos volcaron previamente, en forma de flash, toda la historia. Cinco minutos trepidantes, antes del comienzo del primer capítulo, adelantándonos -como trailer o resumen- toda la trama que iremos viendo en las próximas semanas. Peligrosa estrategia. Pero dio resultado: sirvió de anzuelo para más de cinco millones de personas.

PILAR RUBIO .- Aunque lo más espumoso ha sido ver aparecer al balompédico Sergio Ramos cantando el tema de Canelita ¿A quién le voy a contar mis penas?, a mí me ha gustado más otro momento de Pilar Rubio en El hormiguero. Fue cuando contó su calvario como presentadora de OT. Dijo: «Me encontré en medio de una guerra entre la productora y la cadena». Efectivamente. Fue una surrealista situación: los entonces productores de OT (Cruz y Mainat) enfrentados con la cadena que emitía su show (T-5). Y la ingenua presentadora en medio de la refriega. Aquí se lo conté en febrero del 2011. Fue insólito.