Ideas

Se precisan mecenas

ÓSCAR LÓPEZ

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Necesitamos ayuda. Como sea y enseguida. El sector editorial precisa de una inyección de dinero y creatividad que le permita levantar el vuelo. Hace falta una ley de mecenazgo en condiciones y una actuación decidida ante el endémico pirateo que como un troyano lo devora todo. Si queremos salir de ésta, necesitamos también buenas ideas, porque buenos libros y excelentes autores tenemos. No podemos seguir cayendo en picado hacia ese angustiante guarismo del 50%  de descenso en la facturación. No hay Dios que lo bendiga ni editor/escritor que lo aguante. Porque como todo hijo de vecino, ellos también comen, pagan hipotecas y tienen hijos.

De ahí que mientras no se acelere el crecimiento, necesitemos más Bill Gates de la cultura, acólitos de Cayo Cilnio Mecenas, que nos echen una mano. Como la del añorado Juan Grijalbo, editor comprometido fallecido en 2002, cuya beca de formación de editores en México cumple  25 años, gracias a la labor de la fundación que lleva su nombre. Hay que ver cuántos profesionales latinoamericanos de la edición han crecido a su amparo. Y ojalá encontráramos por aquí becas como la MacArthur de EEUU, que cada año premia con más de 600.000 dólares a artistas y creadores. Junot Díaz la consiguió en 2012. O la Guggenheim dotada con 50.000, que han disfrutado escritores como Richard Ford o Edmundo Paz Soldán. En España no hace mucho que la reciente Fundación Han Nefkens, creada por este escritor y mecenas holandés ha decidido apostar por jóvenes autores, como Matías Candeira, sin olvidar la labor que la Fundación Antonio Gala realiza en Córdoba con creadores de entre 18 y 25 años. Y les podría hablar de las residencias donde ellos pueden trabajar a sus anchas: lo hizo Antonio Soler en la Villa Mont-Noir de Francia o Elvira Navarro en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Hasta aquí, todo perfecto. Pero necesitamos más, mucho más. Porque aunque suene a boutade, la cultura, como la sanidad, el trabajo o la educación, es un bien de primera necesidad. Y en estos críticos tiempos que corren, nos va la vida en ello.