Flamenco purista

XAVIER BRU DE SALA

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Jazz es a América como flamenco es a Europa. Son sin duda las dos músicas de origen popular más elaboradas, sofisticadas, las más capaces de expresar y provocar una gran diversidad de emociones. Provienen las dos de un resquebrajamiento interior paralelo al «je est un autre» (Arthur Rimbaud a los 17 años), que debe ponerse en el frontispicio del arte moderno. Sin el dolor de los negros portados a América no habría jazz. Sin el reto del pueble gitano por mantener su identidad tradicional en una Europa cada vez más industrial y recelosa, no existiría el flamenco.

¿Por qué Nueva Orleans? Lo ignoro. ¿Por qué Andalucía? Por la influencia oriental, porque allá los gitanos cerraron el círculo y reencontraron alguna raíz de sus orígenes. En todo caso, no se trata tanto de músicas locales, geográficas, sino sobre todo de músicas étnicas. ¿Más coincidencias? El blues, padre del jazz, y el flamenco se desarrollan sobre todo en el siglo XIX, en la época en que se empiezan a acelerar los viajes y a entrecruzar más y más las diversas músicas.

Si con este preámbulo ya me he comido más de la mitad del artículo es porque he intentado  deshacer prejuicios. El flamenco está en lo más alto y en lo más hondo, que nadie lo dude. Quien no quiera ser partícipe de esta reflexión, es cosa suya. Quien se niegue a injertarse una pizca de gitano o de negro, a través del mejor instrumento que son sus músicas, es como mínimo un ser poco dúctil y poroso.

La prueba de nuevo de la ignorancia catalana es que casi nadie sabe nada de uno de los locales más puristas, exigentes y aún étnicos del mundo del flamenco, el Tablao Flamenco Cordobés, situado desde hace 45 años en el mismo corazón de la Rambla de Barcelona. Cuatro pases al día. Público de turistas, pero nada más lejos de la turistada. Al contrario, justo lo contrario, todo lo contrario. Para empezar, ni micrófonos ni altavoces. Para acabar de convencer al espectador, la programación, la selección de los artistas. Siempre los mejores, solamente los mejores, consolidados o emergentes. ¡Público de Barcelona, descubre tu tablao!