GEOMETRÍA VARIABLE

El fantasma de la ingobernabilidad

JOAN TAPIA

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De las recientes encuestas de EL PERIÓDICO y el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) se desprendía que las elecciones del 27-S pueden dejar una Catalunya ingobernable. La alianza de CiU y ERC perdería la mayoría absoluta pero el independentismo, sumando la CUP, sí tendría mayoría de bloqueo (aunque casi imposible de gobierno). Y suponiendo que CiU, ERC y la CUP no sumaran -o no quisieran sumar-, una mayoría alternativa que fuera desde el PP a Podem pasando por Ciutadans y el PSC parece todavía menos factible. Sería una olla de grillos. Surge así el fantasma de una Catalunya ingobernable que no llevaría a ninguna parte. Excepto a obstaculizar la salida de la crisis.

Pero ahora todo se complica porque la inestabilidad política también amenaza a España. Hace pocos días el presidente de una empresa del Ibex, que acababa de hacer un 'road show' por tres capitales financieras, me decía que ya nadie le pregunta por la economía. Ahora la inquietud de los inversores es la inestabilidad política. Y remachaba que solo así se entiende que el Ibex esté subiendo menos que las otras bolsas europeas cuando la economía española es en el 2015 una de las que más crece. La agencia Moody's no ha mejorado la calificación crediticia del Reino de España y lo achaca al 'fenómeno Podemos'.

Esta inquietud se ve confirmada tras las últimas encuestas. La de EL PERIÓDICO de hace unos días dejaba claro que hay cuatro partidos, PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos, con poca diferencia de estimación de voto, casi en empate técnico, y que, teniendo en cuenta que faltan meses para las generales, cualquiera de ellos puede llegar en primera posición pero es muy difícil que alguno se acerque a la mayoría absoluta.

La proyección de escaños, siempre difícil, indicaba que un gobierno sólido exigiría la coalición de dos de los cuatro partidos reseñados. Y que hoy por hoy la única suma que alcanza los 176 diputados de mayoría absoluta sería la gran coalición PP-PSOE. Muy difícil. Primero porque solo la desean un 20% de los que votarán PP y un 10% de los del PSOE. Segundo, porque el modelo alemán es de difícil traslado, dado que la animadversión PP-PSOE es muy superior a la del CDU-SPD, que ya han gobernado juntos en varias ocasiones.

RECONVERSIÓN DE PODEMOS

La coalición que tendría más apoyo entre los electores, aunque no llega al 30%, sería la de izquierdas PSOE-Podemos. Pero esta fórmula tampoco parece fácil. No solo porque en este momento no suman, sino porque ese pacto exigiría una previa reconversión de Podemos. De improvisado y contestatario frente de protesta a partido de gobierno. Además, generaría inquietud en el mundo económico y no es la preferida por los electores socialistas (la apoya solamente un 34%), aunque sí por los de Podemos (76%).

¿Entonces? Las fórmulas centristas tipo PP-Ciudadanos (21,7%) y PSOE-Ciudadanos (20%) son las más valoradas. Y entre ellas, los electores socialistas prefieren la coalición con Ciudadanos (43% contra 34% que se inclinan por Podemos). Los de C's también optan por coaligarse con Pedro Sánchez antes que con Rajoy (48% contra 38%). Pero estas opciones topan con que Ciudadanos, aunque tiene un crecimiento espectacular mientras Podemos parece que se desinfla, todavía no suma los 176 ni con el PP ni con el PSOE.

Así, el resultado de las elecciones generales va a enfrentar a la clase política y a la ciudadanía con un ejercicio al que los españoles están poco habituados: o un gobierno de coalición, fruto de un consenso laboriosamente negociado entre dos fuerzas distintas --pasa en otros países--, o el fantasma de la ingobernabilidad que tendría consecuencias negativas para todo. Incluida la recuperación económica.