Un apunte sobre las caras

De vez en cuando a todos nos hacen preguntas. ¿Qué piensas de este político? ¿Dónde pasarás las vacaciones, si es que haces? ¿Te has dado cuenta de que estás más delgado? Podríamos decir que hay un repertorio de preguntas convencionales que responden a una tradición de cortesía o a la noticia de algún hecho que en principio nos interesan, porque responden a algún hecho relacionado con nuestra familia o nuestros amigos.

Yo soy un lector interesado por la información que me llega por la radio y por la televisión. Y no hay que decirlo, por los diarios, que leo habitualmente. Una pregunta suele tener una respuesta, sobre todo si se hace cara a cara. Hay interrogantes que son fáciles de responder, otros no tanto. He leído en 'XL Semanal' la publicación de esta pregunta: «¿Eran negros los primeros habitantes de América?».

La reconstrucción de un cráneo encontrado en Brasil plantea este interrogante que debe desconcertar a la fuerza. Naturalmente, no puedo tener opinión sobre el tema, solo puedo maravillarme ante los investigadores. Los científicos discuten quiénes eran los primeros homínidos en América, y cómo aprovecharon para desplazarse por una lengua de tierra entre Siberia y Alaska.

Pero lo que realmente me ha impresionado es que el reportaje presenta unos dibujos de las posibles caras. Son unas imágenes seductoras para nuestra sensibilidad estética de hoy. Provocan más bien angustia. Desde nuestros criterios actuales, aquellas caras serían monstruosas.

En otra página de la revista veo fotos de chicas que tienen caras sugestivamente expresivas, ojos seductores, labios finamente dibujados. «La cara es el espejo del alma». Ya me perdonarán, es una tontería. Detrás de una cara bellísima, masculina o femenina, puede haber mucha maldad. La cirugía actual permite embellecer una cara. No sé si a nuestros antepasados, que luchaban por sobrevivir, les preocupaba mucho la estética.