Una de sicarios en inglés

LOS ACTORES SERGIO PERIS-MENCHETA Y ANDREW TARBET acaban de rodar en Martorelles el filme 'The evil that men do' dirigidos por el cineasta Ramon Térmens

Sergio Peris-Mencheta, en una escena de la película 'The evil than men do'.

Sergio Peris-Mencheta, en una escena de la película 'The evil than men do'.

LUIS ALBERTO MORAL
BARCELONA

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Una mezcla de Breaking BadEsperando a Godot y Reservoir Dogs. Esas son las referencias de The evil that men do, la cuarta película de Ramon Térmens, a la que le gusta definir como un narco-thriller moral. El título, del Julio César de Shakespeare, recuerda que la maldad es una elección. El guionista y protagonista, el norteamericano Daniel Faraldo, se lo pregunta: «¿Por qué es malo el hombre? De pronto, se deshace de la humanidad y empieza a matar», dice -en el set de rodaje- de un guion escrito 33 veces en dos años. La cinta ha sido filmada en inglés, lengua materna de Faraldo, a quien le es próximo el imaginario de la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, la trama se sitúa en un no-lugar, una nave en la que transcurre casi toda la acción. Hay suspense, pero también existencialismo: explora la intimidad del sicario.

Además de Faraldo, encabezan el reparto Andrew Tarbet y Sergio Peris-Mencheta. El actor mexicano José Sefami interpreta al capo del cartel. De él dice el director que es  auténtico. Ha hecho thrillers en su país, pero aceptó este porque, dice, no se glorifica al sicario. Es humano: «Todos tenemos una parte oscura», comenta. «Si no fuéramos actores, seríamos asesinos», añade.

El equipo de la película ha trabajado 21 días de rodaje en Martorelles recluido en un extenso pero claustrofóbico almacén. Peris-Mencheta lo ha sufrido en sus carnes: en ese recinto, asegura, «uno se siente muy pequeñito». «Aunque», agrega, «lo peor ha sido rodar sin aire, en un espacio techado».Térmens destaca: «La película me la ha inspirado la nave». El cineasta se muestra agotado tras cuatro semanas de intenso rodaje -«un maratón», describe-, consecuencia de las dificultades de filmar hoy en día. Esas condiciones le han obligado a ajustar al máximo un presupuesto aún sin cerrar, que no quiere desvelar.  Contaba, claro, con un plan más económico por si no encontraba financiación ni coproductores. «No hay grandes grúas, ni planos secuencias, pero sí mucha emoción contenida, con una cámara de mano agresiva, nerviosa y cercana a los personajes», explica el director, que ha querido rodar la violencia sin la espectacularidad típica del cine. «No hay tantos muertos, pero los estallidos de violencia son sobrecogedores». Para su distribución, acudirá a los mercados, en España y también fuera. Pero Segarra Films, su productora, la distribuirá si nadie lo hace, como pasó con su anterior filme Catalunya über alles! Y tiene previsto ir a los festivales de Málaga, Berlín y Cannes. Como le decía al equipo Ramon Térmens: «Actuaremos como un cartel». Unido, rápido, y «a quien falla, lo matan».