La inteligencia artificial ya crea obras de arte

La inteligencia artificial ha logrado ya vencer a campeones mundiales de <strong>ajedrez o go</strong>, hacer que los robots aprendan, traducir en tiempo real idiomas remotos o incluso <strong>crear nuevos lenguajes</strong> solo inteligibles para las propias máquinas. Pero, ¿podrán las máquinas también crear obras de arte en formato de pintura o música?

La respuesta es sí, y de hecho algunos de los avances de cómo la inteligencia artificial está transformando la industria cultural se pueden ver hasta el sábado en el <strong>Sónar+D</strong>, el apartado más ‘techie’ del festival Sónar. Expertos y empresas presentan sus avances en la materia, sin perder de vista que, en el fondo, los presentes son los menos interesados en que las máquinas asuman el control total de la creación artística.

"Todas las herramientas, desde tiempos pretéritos, han transformado la manera como se creaban piezas artísticas. Con la inteligencia artificial y el ‘machine learning’ (aprendizaje de las máquinas’ está pasando lo mismo", ha asegurado en el marco del Sónar+D Douglas Eck, resposable de Magenta, un proyecto de Google que busca responder a la pregunta de si la inteligencia artificial es capaz de crear arte y música... o más bien de cómo hacerlo, pues ya han sido capaces de demostrar que sí.

Por ejemplo, en el campo del arte, los científicos de Google han enseñado ya a las máquinas cómo  convertir las pinturas en dibujos simples (líneas) y a interpretar qué objetos hay en ellas. Además, gracias a la introducción de miles de imágenes en sus bases de datos, las máquinas pueden ya dibujar, corregir e incluso convertir esas imágenes en algo parecido a pinturas. "Las posibiliade son infinitas", ha agregado Eck.

LA MUSA

Albert Barqué-Duran es investigador y artista contemporáneo, y en el Sónar+D demuestra también cómo la inteligencia artificial es capaz de crear una obra de arte en la que una musa es la protagonista. "La red neuronal ha creado la forma de la musa en simples líneas. Después, la máquina ha sido capaz de ver que hay una figura humana detrás de ese dibujo, y ha generado una obra artística en base a centenares de obras similares", explica el creador. Él la plasma con su pincel en un gran mural en el festival, aunque reconoce que también podría estar pintándola "un robot".

En música, los avances son similares. "El algoritmo es capaz de prever ya cuál es la nota siguiente que va bien a otra nota, y así crear composiciones", explica Eck. Las creaciones no suenan mal, pero no son aún perfectas. Esa es la clave: "“El humano juega un papel fundamental: es quien valora si es correcto o no". Las máquinas solo crean, pero es el que tiene la última palabra, pues una misma obra de arte o canción puede gustar a una persona pero no a otra.

Es por ello que los creadores creen que la inteligencia artificial no sustituirá a los artistas. "Es una herramienta de colaboración. No buscamos al confrontación, sino que nosotros inspiramos a las máquinas y ellas nos inspiran a nosotros", concluye Barqué-Duran.