'Poltergeist', un retorno con la maquinaria engrasada

ESTRENO: 22 DE MAYO  Gil Kenan  Intérpretes: Sam Rockwell, Kennedi Clements, Rosemary Hewitt, Jared Harris, Jane Adams • Título original: ‘Poltergeist’ • Estados Unidos • 93 minutos 

A este paso, ninguna película de terror puntera de los años 70 y primeros 80, de Las colinas tienen ojos a La cosa, de La matanza de Texas a Piraña, de La noche de Halloween a Maniac, va a salvarse de ser adaptada a los nuevos tiempos, con más tecnología digital, pero manierista respeto por los elementos originales.

Los remakes resultantes han sido, generalmente, bastante interesantes, estimables o muy buenos. Cierta curiosidad, por los posibles cambios introducidos, e interés, por la resolución de los momentos esperados, está en esta nueva lectura de Poltergeist. 

Gil Kenan, director de la atractiva cinta de animación Monster house, y Sam Raimi, responsable de títulos fundacionales del horror moderno como Posesión infernal, ejerciendo aquí de productor, sustituyen a Tobe Hooper y Steven Spielberg, realizador y productor de la versión original.

El espectador familiarizado con aquella película de 1982, que tenía unos primeros 30 minutos donde se conseguía un clima inquietante mediante una narración sobria, para desarrollar después una catártica apoteosis de efectos terroríficos, va a encontrar los signos icónicos más representativos reproducidos fielmente en la nueva versión: el plano de la niña frente a la pantalla de televisión de la que emergen manos y voces de ultratumba, o los espíritus de los muertos que se mueven desde el más allá reclamando lo que es suyo.

RETROALIMENTACIÓN / La capacidad de sorpresa es evidentemente menor: el cine de terror se nutre de espectadores mitómanos que es muy improbable que no hayan visto la película de 1982. Pero es también un género que se retroalimenta constantemente de sí mismo y juega a este tipo de reconocimiento. Lo que en los remakes de dramas, comedias o policíacos no es tan aceptable, en el fantástico y terrorífico si lo es. El fan del género ansía ver de nuevo aquel momento, reproducido ahora con otra técnica pero idéntico enfoque, que tanto recuerda.

El placer esta, pues, en la reproducción antes que en la comparación. Y en este sentido, el nuevo Poltergeist cumple las expectativas con la maquinaría bien engrasada y algunas notables pinceladas de humor.