GUITAR BCN

James Vincent McMorrow: "¿Suerte? Hay que prepararse para que las cosas ocurran"

El músico irlandés autor de la canción del anuncio de la lotería de Navidad actúa el miércoles en Barts

NÚRIA MARTORELL/ BARCELONA

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"La suerte es de todos", prometía el lacrimógeno anuncio de lotería de Navidad al que James Vincent McMorrow compuso la emotiva música. Para su acústico en EL PERIÓDICO se arropa con su primera guitarra Gibson. Explica que la marca se la quería regalar pero prefirió comprársela. "Quería tener algo mío al 100%". Al día siguiente, va y le dio un golpe. "La caja se rompió", relata, señalando la visible marca horizontal. Este miércoles la desenfundará de nuevo en la sala Barts, invitado por el festival Guitar BCN.

-Su anterior visita fue hace cuatro meses. ¿Cambiará el repertorio?

-Será un show diferente puesto que vengo sin banda. Haré las canciones que me apetezca y alguna versión.

-¿Versiones de quién?

-De Chris Isaak: 'Wicked game'. La canté una vez en un programa de televisión de Estados Unidos. A la gente le encantó. Empezaron a pedírmela. Y... decidí no tocarla hasta hoy.

-¿Cómo avanza el disco que tomará el relevo a 'Post Tropical'?

-Hace seis meses que trabajo en nuevas canciones. Pero me puse a escribir para otros, reservándome las buenas para mí, claro. Lo retomaré tras mi gira por Estados Unidos.

-¿Para quién compone?

-Es secreto. Gente a la que no sé decir que no. Y resulta divertido porque formas parte de un equipo y ya no tienes que preocuparte de si hacen algún cambio, etcétera. Sin embargo, si soy yo quién la va a cantar entonces sí controlo todo el proceso.

-Su canción de la lotería le ha supuesto una lluvia de seguidores en España. ¿Cree en la suerte?

-Creo que hay que estar preparado para que las cosas ocurran. Creo en el trabajo duro para alcanzar tu meta. Empecé desde abajo. No me he podido saltar ningún tramo. Así he llegado al lugar en el que las cosas podían suceder y así ha sido. Si a esto le llamamos suerte, sí que creo en ella.

-¿Hasta qué punto 'Glacier' ha sido su número premiado en esta lotería que a veces acaba siendo el éxito?

-Lo ha sido. Cuando una canción recibe tanta atención y trasciende así es magnífico. Pero no siempre triunfa la misma: en Estados Unidos y Australia arrasa 'Cavalier'. Y mi versión de 'Higher love' de Steve Winwood es un hit en Reino Unido.

-¿Era la primera vez que escribía por encargo la música de un anuncio?

-No. Aunque lo que más me piden es música para filmes y series. Recuerdo la repercusión que tuvo en Estados Unidos 'From the woods' tras sonar en 'Anatomía de Grey'. Aún no había sacado el disco y fue sorprendente ver a tantísima gente en mis conciertos. En Irlanda estaba tocando ante 70 personas y me encontré actuando ante centenares ¡por esta canción!.

-¿Qué les contestaría a los artistas que creen que permitir que su música suene en los anuncios es algo así como prostituirse?

-Nunca hago nada por dinero. Entiendo la postura, pero estoy totalmente en desacuerdo. Lo importante es la música. El resto, es parte del juego. Los que opinan esto o son malos músicos o vendían muchos discos cuando se vendían discos, lo que les permitía no plantearse otras opciones. O quizás son artistas muy pretenciosos y por eso no quieren ceder su música.

-La etiqueta folk del primer disco la dejó relegada para dar más protagonismo a la tecnología y a la atmósfera épica. ¿Qué le llevó a dar este giro estilístico?

-Cuando empecé no tenía dinero para acceder a la tecnología. Pero el valor de una canción ha de estar en sí misma. La producción es tan solo cómo la vistes y embelleces. Me gusta que mi música suene actual, no a hace cien años. Pero detesto a la gente que usa la electrónica para aparentar que sabe hacer música cuando en realidad no sabe.

-Estudió márketing en la universidad. ¿Recuerda el momento exacto en que supo que quería ser músico?

-No. A los 13 años, a los 15... ya me fascinaba. Siempre supe que quería estar en este mundo.

-El falsete de su foz le hace rápidamente reconocible. ¿Ha estudiado canto?

-Nunca. Aunque una profesora que tuve en el instituto va diciendo que ella me enseñó [risas].

-En la poética letra de 'Glacier' habla de lo real y de lo falso. ¿Qué hay de todo eso en la industria musical?

-En el pasado trabajé con gente que me decía que era maravilloso y luego me ponía a parir. Ahora me rodeo de unos pocos que no practican la falsedad. El arte es subjetivo. Pueden adorarte y odiarte.