Tomar el micro y el mando

La primera canción que oímos casi todos los humanos la interpretó nuestra madre cuando acabábamos de nacer. Es una mujer quien nos introduce en el mundo de la música. Sin embargo, incontables procesos de exclusión hacen que la voz de la mujer esté minorizada en todos los niveles de la industria musical. ¿Por qué? El hip-hop es el género que más ha hecho por empoderar a la raza negra, pero las mujeres tienen sobradas razones para lamentar el rol secundario que se le asigna (a menudo reducido a simple objeto sexual) en infinidad de canciones. ¿Por qué?

Estas y otras muchísimas injusticias de la sociedad patriarcal deberían estar más que resueltas en el 25 aniversario del festival La Rima. Pero, por ahora, lo que se va a celebrar el sábado y el domingo en el Ateneu Nou Barris es la primera edición de esta muestra de hip-hop feminista y antirracista cuyo objetivo es combatir la homofobia, el machismo y la xenofobia. El hip-hop ha sido un campo de batalla ideal desde el que atacar actitudes reprobables. Por ello, La Rima quiere ser escaparate y línea del frente, una trinchera orgullosa que dé impulso a raperas de toda índole: raperas feministas, raperas lesbianas y raperas transexuales, conscientes la necesidad de potenciar una contracultura feminista en el hip-hop.

En esta primera edición de La Rima, destaca la presencia de Las Krudas (foto), dúo cubano cuya trayectoria ejemplifica la bravura que significa, como suele explicar su cantante Odaymara Cuesta, ser mujer negra rapera y lesbiana en una sociedad machista, blanca, popcéntrica y homófoba. En la canción Eres bella, Las Krudas lanzan la siguiente pregunta: «¿Tenemos que seguir amamantando, alimentando y aconsejando a los que nos joden esta realidad? ¿O tenemos que tomar el mando de toda esta actividad?». Una respuesta bien pudiera ser esta primera edición de La Rima en la que, además del dúo cubano, tomarán el micrófono y el mando la francesa Ryaam, la holandesa MC Mustaj, los colectivos vascos La Furia y La Basu y rimadoras barcelonesas como Alyta, BocadeBaba y Bittah.

Asambleario y gratuito

La Rima es un festival autogestionado y asambleario. No es idea de una sola persona ni tiene un socio capitalista. Se ha financiado a través de una campaña de micromecenazgo que recaudó 4.000 euros (más de la mitad del presupuesto del festival) mediante cerca de 200 aportaciones. Nace, pues, con una predispuesta base social. Una base social que se ampliará con el público que acuda a todos estos conciertos gratuitos.

El festival se estrena ya incluyendo espacios para el skate y el grafiti, organizando charlas sobre privilegios y violencias cotidianas y, también, talleres de serigrafía, de autodefensa y de producción musical. y no faltará el taller de rimas, pues la rima ha sido, es y será una herramienta clave para subvertir los estereotipos machistas y racistas.