Un perfume de Morphine

El grupo Vapors of Morphine, con dos exmiembros de la banda que encabezó el desaparecido Mark Sandman, ofrece en Jamboree su debut en Barcelona

Vapors of Morphine, en una imagen promocional.

Vapors of Morphine, en una imagen promocional. / periodico

JORDI BIANCIOTTO / BARCELONA

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Morphine terminó su andadura de forma súbita, tras la muerte, en 1999, de su compositor y ‘frontman’, Mark Sandman, pero su legado revive en los escenarios a través de un vehículo, Vapors of Morphine, que reúne a dos supervivientes de la banda, el saxofonista Dana Colley y el batería Jerome Deupree. Esta formación actúa este miércoles por primera vez en Barcelona (Jamboree, 21.00 horas).

El sonido de Morphine, severo y urgente, causó sensación en su día: llamaba la atención la ausencia de guitarra en ese autodenominado “low rock”, un rock rico en tonos graves sustentado por un triángulo de bajo (generalmente, un modelo de dos cuerdas), saxofón y batería. “Aunque no sonábamos como las bandas famosas del grunge, Alice in Chains o Pearl Jam, en lo nuestro había la misma clase de energía. El sonido del grunge nos gustaba, nos sentíamos parte de aquella escena y nos sentimos motivados por tener un sonido distinto, no basado en la guitarra”, explica Dana Colley por vía telefónica desde Bolonia.

DIEZ AÑOS DESPUÉS

Fue, precisamente, en Italia, en el festival Nel Nome del Rock, de Palestrina, donde Sandman sufrió, en plena actuación, el infarto que terminó con su vida a los 46 años. Una década más tarde, en el 2009, la muestra invitó a Colley a rendir homenaje al músico. Acudió acompañado de Deupree y del bajista Jeremy Lyons, y la actuación condujo a la creación de Vapors of Morphine.

El grupo publicó el año pasado su primer disco, ‘A new low’. “Recoge canciones que llevábamos unos años tocando en directo, con algunos añadidos armónicos y ‘overdubs’”, explica Colley. Material con el sello Morphine, expandido con toques ‘afro’ en una canción (el maliense Boubacar Diabate a la guitarra), con trances psicodélicos y una adaptación más que libre de un fragmento de ‘Interstellar overdrive’, de Pink Floyd primera época. “Es un homenaje a una música que, siendo muy joven, me fascinó y me dio a entender que había algo más allá del ‘mainstream’, otras ideas y otras texturas”, señala el saxofonista.

‘BIG BANDS’ Y ‘GUITAR HEROES’

Visions of Morphine, como Morphine, se asienta sobre muchas capas de conocimiento musical: Colley creció mezclando en su cabeza las ‘big bands’ de Count Basie y Duke Ellington, y los guitarristas del rock. “Billy Gibbons, de ZZ Top, Duane Allman, Jeff Beck, Jimmy Page, Rory Gallagher… Y Hendrix, claro. Luego, jazz y música experimental. Toda la música tiene algo que ofrecerte y todo te influye”, razona. ¿Toda? “Bueno, mi hija, de 15 años, escucha pop y ahí yo cierro la boca. Me parece previsible y aburrido”.

Un documental reciente, ‘Journey of dreams’, repasa la historia de Morphine. “Un trabajo muy detenido: el director, Mark Shuman, amigo nuestro, tardó cinco años en completarlo. Pero era importante para nosotros reflejar las vivencias de la banda y la simpatía que generó”, destaca. Entre las opiniones recogidas figuran las de Henry Rollins y el desaparecido Joe Strummer (The Clash), a quien Colley conoció cuando Morphine actuó en el Festival de Glastonbury de 1995. “Di un paseo entre el público y de repente me topé con un tipo que llevaba un pañuelo de jeque árabe en la cabeza y gafas de sol. ‘Tú eres de Morphine, ¿no? ¿Sabes quién soy?’. Yo no podía reconocerlo. ‘¡Soy Joe Strummer!’. Me sorprendió ver que estaba acampado por ahí, entre el público, con Chrissie Hynde y su familia”.

En Jamboree el grupo presentará ‘A new low’ y abordará una selección de piezas de Morphine sin intenciones de reinvención. “Jeremy tiene un bajo de dos cuerdas y si cierras los ojos suena muy cercano a lo que hacíamos".