Bono, el filantrocapitalista

El humorista Joaquín Reyes hizo una memorable parodia de Bono resaltando su dualidad como estrella del rock y estrella del rockartista comprometido Sin embargo, un tercer perfil cobró fuerza en 'Bono, en el nombre del poder', el libro del periodista irlandés Harry Browne. Así de claro lo resume el autor en el prólogo: «Durante casi tres décadas, Bono ha estado amplificando los discursos de la élite, promoviendo soluciones ineficaces, defendiendo de forma paternalista a los pobres y besando el culo a los ricos y poderosos».

Reuniones con Clinton, Bush, Tony Blair, Angela Merkel y Bill Gates han fomentado la imagen de Bono como ese rockero que convence a sus colegas para que suelten algo de dinero para África. Pocas personas han hecho más para afianzar la idea de que las desigualdades del planeta se arreglan con la limosna de los poderosos; una práctica bautizada como filantrocapitalismo. A la vez, pocos líderes de opinión han hecho tan poco por señalar cómo esos mismos mandatarios y empresas fomentan y perpetúan estas desigualdades.

En el documental 'Dadnos el dinero', activistas y analistas como Mariène Jamme, Shriti Vadera y Dambisa Moyo advertían de lo negativo que significa que celebritiesy que se asuma que la varita mágica de la donación lo resolverá todo. Pero a todo ello se une el hecho de que U2 echa mano de la ingeniería fiscal para no pagar los cuantiosos impuestos que generan sus giras. Ahora que hasta en España la evasión fiscal ha pasado a ser considerada un problema de primer orden, resultará chocante revivir las escenas de adoración al Bono estrella de rock comprometida cuando el personaje es mucho más controvertido y nocivo de lo que parece.