Adiós al creador del personaje de Jack Ryan

El 'best-seller' pierde a Clancy

El padre del 'tecno-thriller' militar fallece a los 66 años en Baltimore

El escritor Tom Clancy, fotografiado en el 2010.

El escritor Tom Clancy, fotografiado en el 2010.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Desde que estaba en el instituto, Tom Clancy quiso ver su nombre en la tapa de un libro. No solo lo consiguió, sino que creó el imitado género del tecno-thriller militar, llevó sus 17 novelas a lo más alto de la lista de best-sellers de The New York Times  y vendió más de 50 millones de ejemplares, atrajo el interés y el dinero de Hollywood y acabó extendiendo sus creaciones a un imperio de videojuegos y juegos de mesa. El martes, falleció en un hospital de su Baltimore natal de causas que no se han hecho públicas. Tenía 66 años.

Un ejecutivo de Penguin, la editorial con la que trabajó casi toda su carrera, ayer lo recordaba como «autor consumado y uno de los más visionarios narradores de nuestro tiempo».

Él, a lo largo de los años, no se entregaba a términos tan grandilocuentes. «Mucha gente cree que algo místico te sucede, que quizá la musa te besa en el oído, pero escribir no es inspiración divina, es trabajo duro», declaró en una entrevista. «Simplemente escribo, no lo pienso mucho -decía en el 2002 en otra entrevista-. Simplemente hago novelas para vivir. Aprendes a escribir de la misma manera que a jugar al golf: lo haces y sigues haciendo hasta que lo haces bien».

LA SUERTE Y EL FENÓMENO / Nacido en una familia de clase media en 1947, Clancy se formó inicialmente con los jesuitas y estudio Filología inglesa en la universidad «porque era una carrera fácil». Sus problemas de visión le impidieron alistarse en las Fuerzas Armadas, la pasión que convertiría en eje de su obra. Empezó a trabajar en la empresa de su esposa vendiendo seguros, pero en 1982, cuando estalló la guerra de las Malvinas, empezó a escribir un libro. Para el año siguiente lo había acabado y al siguiente lo vendió a una pequeña editorial por un adelanto de 5.000 dólares. «Tuve suerte», decía.

Aquel libro era La caza del octubre rojo, la primera ocasión que los lectores tuvieron de conocer a Jack Ryan, el analista de la CIA que protagonizaría muchas de sus novelas, al que más adelante convertiría en presidente y cuyas aventuras Hollywood adaptó en cuatro ocasiones. Ronald Reagan se declaró fan; los críticos reconocieron la adrenalina, el ritmo, el suspense y la maestría en el uso de detalles militares; la gente compró libros y libros, y el fenómeno nació instantáneamente.

Con sus tramas de espionaje y de enfrentamiento entre superpotencias, escribiendo los libros que le gustaría leer, Clancy se convertía en el novelista perfecto para la época final de la guerra fría y se granjeaba comparaciones a otros grandes del suspense militar y de espionaje como Frederick Forsyth -uno de sus propios favoritos- y John LeCarré.

CAPITALISTA Y  MILITARISTA / Republicano convencido que a menudo dedicó sus libros a políticos conservadores, defensor a ultranza del capitalismo y, sobre todo, de Estados Unidos y de su estamento militar y admirador declarado de los dos presidentes Bush, a veces fue acusado de usar información clasificada en sus novelas. «Eso es basura -rechazaba-. Toda mi información proviene de fuentes públicas y abiertas».

Desmontaba también los frecuentes comentarios que planteaban que sus tramas podían dar ideas e inspiración a enemigos de EEUU. De su puño salieron antes de los atentados del 11-S, por ejemplo, páginas en las que un avión se lanzaba contra la Casa Blanca. «Me he inventado cosas que han acabado siendo reales. eso es lo que da miedo», decía.

En su vida personal, Clancy tuvo un difícil divorcio en 1999 de su primera esposa, con la que había estado casado 28 años y había tenido cuatro hijos. Poco después de esa separación se casó con una periodista 20 años más joven que él, con la que tuvo otra hija.

Su trabajo le hizo millonario y la revista Forbes llegó a situar su fortuna alrededor de los 50 millones de dólares. Parte la destinó a comprar los Orioles, el equipo de béisbol de Baltimore.

Command authority, su última novela, verá la luz el 3 de diciembre.