Plan de choque para paliar los efectos de la crisis

Con el recrudecimiento de la crisis, la ciudadanía puede ver en peligro necesidades tan básicas como la alimentación y la vivienda. Con el objetivo de prevenir la falta de comida y techo, pero también para atajar la pobreza severa que ya azota algunos vecinos del distrito, administración y entidades sociales de Nou Barris han organizado un plan de choque integral que incluye un nuevo circuito de comunicación y gestión de los casos de desahucio, un nuevo equipamiento para atacar la pobreza infantil y un banco de alimentos centralizado.

«Debemos trabajar para paliar las consecuencias de la crisis», explica la concejala de Nou Barris, Irma Rognoni, quien considera que en estos momentos de recesión las personas y sus necesidades básicas son una prioridad.

En concreto, además de coordinar las diferentes iniciativas, el distrito de Nou Barris colabora cediendo dos locales. El primero, en el barrio del Turó de la Peira, formará parte del proyecto Paidós impulsado por Càritas Diocesana de Barcelona, de atención a los menores en riesgo de exclusión. El segundo, en el barrio de Porta, es hoy un banco de alimentos muy peculiar.

UN SÚPER POR PUNTOS / «Este local era antes un supermercado, y mantenemos la estructura y funcionamiento. Pero en lugar de dinero, los usuarios utilizan unos puntos que les damos cada mes. Nueve puntos para una persona sola, y hasta 30 si tienen más personas a su cargo», cuenta Joaquim Lafuente, responsable del servicio y miembro de la agrupación Distribució d'Aliments Solidaris (DISA) .

El local, en el 55 la calle de La Selva, centraliza el trabajo que ya realizaban las ocho parroquias del Arciprestazgo de Trinitat-Roquetes. Càritas y Servicios Sociales canalizan las demandas. «El objetivo de DISA, con la ayuda del Banco de Alimentos, es organizar mejor la recogida de productos, evitando colas en la puerta y contribuyendo a la dignificación del servicio», explica Lafuente.

«La gente que acaba de perder el trabajo lo pasaba muy mal haciendo cola en la calle. Es la nueva pobreza, también llamada pobreza avergonzante», cuenta la concejala, quien destaca el trato personalizado que reciben sus 2.700 usuarios. «En lugar de una cesta cerrada, cada usuario escoge los productos, dependiendo de sus necesidades», añade Rognoni, quien estudia la manera de integrar en esta iniciativa a los barrios del norte como Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona, fuera del arciprestazgo.

REDUCIR LOS DESAHUCIOS/ Otro grave problema son los desahucios. «Tenemos dos cada semana, No hay ningún barrio con tantos», lamenta Filiberto Bravo, presidente de la Associació de Veïns de Ciutat Meridiana. Conscientes de la situación límite que suponen para las familias, el distrito de Nou Barris ha aprobado una medida para implicar a administraciones y entidades vecinales para evitar que los afectados se queden en la calle. «El plan municipal incluye la figura de un interlocutor único, José Centeno, encargado de acompañar y asesorar a las familias afectadas y pedir la documentación necesaria para tratar de parar el desahucio», dice Rognoni.

«Sobre el papel está muy bien la nueva coordinación, pero sin una mayor voluntad de los bancos y cajas no servirá de nada. Todavía es pronto para ver los resultados», sostiene escéptico Bravo.