MUNDIAL DE F-1

Los pilotos homenajean al desaparecido Jules Bianchi

"Aquella grúa nunca debió estar allí sin un coche de seguridad; de hecho, ese procedimiento se ha cambiado", lamenta Felipe Massa

Felipe Massa habla de Bianchi en el GP de Hungría.

Felipe Massa habla de Bianchi en el GP de Hungría. / periodico

MIGUEL MARTÍNEZ / BUDAPEST (enviado especial)

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Todos expresaron sus condolencias a través de las redes sociales; la mayoría acudió al funeral del pasado martes en Niza. Pero en el primer día de eventos en el Gran Premio de Hungría, todos los pilotos expresaron su pésame por el fallecimiento de Jules Bianchi, la primera víctima entre los pilotos en 21 años, tras aquel trágico Gran Premio de San Marino de 1994 en el que fallecieron Ayrton Senna Roland Ratzenberger. La mayoría de los pilotos recordaron sus batallas con Bianchi en el kárting o en categorías de promoción ya con monoplazas. La decisión unánime era que iba encaminado a ocupar un asiento en un equipo grande, muy probablemente el de Ferrari la próxima temporada. La FIA retirará para siempre el dorsal número 17 que lucía el piloto de la órbita Ferrari

Para la generación de pilotos que forman actualmente la parrilla, es la primera vez que se enfrentan con un compañero muerto en un circuito. "La verdad es que cuando me despedí de mi familia para venir aquí a Budapest, pensé en algo así por primera vez en mi carrera", explicó Roberto Merhi, piloto titular de Manor, el coche con el que Bianchi tuvo su fatal accidente. Felipe Massa, uno de los mejores amigos del malogrado piloto francés, fue el más crítico con las causas de accidente. "Se pueden decir muchas cosas, sobre lo que estuvo bien o mal, sobre si fallaron o no las medidas de seguridad. La FIA puede dar su versión, pero hay un dato objetivo: había una grúa de extracción en la pista sin haber desplegado el coche de seguridad, y eso no ha vuelto a ocurrir porque se han cambiado las normas para mejorar la seguridad".

Análisis pormenorizado

Los resultados del accidente, publicados en la revista alemana 'Auto Motor Und Sport', revelan que Bianchi perdió el control a 213 kilómetros por hora y golpeó la grúa a 126 kilómetros por hora, sólo 2,61 segundos después. El coche golpeó la grúa con un ángulo de 55 grados, de tal manera que el morro se metió por debajo de la parte trasera del vehículo de extracción.

La fuerza de impacto del coche fue de 58,8G, que sería lo normal en un accidente contra un objeto sólido como una barrera. Sin embargo, comenzaron la serie de fatales coincidencias. El coche se metió bajo la parte trasera de la grúa. Los datos que se habían tomado de los auriculares de Bianchi sugieren que sufrió un impacto de 92G cuando ocurrió esto. La FIA cree ahora que sus auriculares se resbalaron en el momento del golpe y por eso el impacto que inicialmente se pensó que sufrió fue menor. En realidad sufrió una fuerza de 254G.

"El problema es que el Marussia se metió debajo de la grúa y fue presionado desde arriba por la parte baja de la misma. Funcionó como un freno, con una deceleración abrupta y en este proceso hubo contacto entre el casco y la grúa. Nunca hemos visto algo así antes", señala Andy Mellor, vicepresidente de la Comisión de Seguridad de la FIA. Peter Wright, jefe de esa comisión, asegura que se aprenderá de lo sucedido en Suzuka. "Aún tiene que ocurrir un accidente por primera vez para aprender sobre él. Era algo que no nos podíamos imaginar que pasara. Por eso es realmente importante investigar este accidente hasta el más pequeño detalle. Nunca hemos invertido tanto tiempo y esfuerzos en un análisis", agrega.

Coche virtual

Después de asegurar que todo el procedimiento había sido correcto en aquel Gran Premio de Japón del año pasado, después de asegurar que no se podía haber hecho nada mejor, las primeras respuestas de la FIA al accidente fueron implementar un sistema de coche de seguridad virtual para ralentizar los coches mientras haya un vehículo de extracción en la pista. Como dice Massa, aquella grúa jamás debió estar allí con la carrera en marcha, y ha sido la muerte de Bianchi, como otras veces en la historia de la F-1, la que ha propiciado una mejora en la seguridad.