Mataró quiere que la Generalitat cree dos nuevos institutos escuela en Rocafonda y Cerdanyola

La concejalía de Educación intenta así zanjar tanto la falta de demanda de P3 en algunos centros como el incremento constante en Secundaria

Miquel Àngel Vadell, concejal de Educación en Mataró.

Miquel Àngel Vadell, concejal de Educación en Mataró. / periodico

JOAN SALICRÚ / MATARÓ

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Mataró no puede permitirse más improvisaciones en política educativa. Y la Generalitat tiene que decidir si prioriza la construcción de Institutos-Escuela en los barrios de Cerdanyola y Rocafonda, como quiere el Ayuntamiento, o del instituto de FP en la zona del Rengle, como parece ser la voluntad del Departament d'Ensenyament.

Esta es la postura del Departamento de Educación del Ayuntamiento de Mataró que ve como, un mes antes del inicio de las preinscripciones escolare, sigue sin resolverse la situación de falta de plazas en Secundaria para el año que viene, que este curso ya obliga a impartir clase en cuatro barracones. Una situación que se agravará en los cursos posteriores.

En Mataró, como en muchas otras ciudades, el repunte de natalidad del año 2000 hace que los próximos cursos los centros de Secundaria estén prácticamente colapsados: en los próximos cursos harían falta hasta seis nuevas líneas.

Pero además, en la capital del Maresme se da la circumstancia que los centros de Educación Infantil de los barrios con más inmigración -Rocafonda y Cerdanyola-, no llenan las plazas que ofertan.

Ante esta situación, el concejal Miquel Àngel Vadell abandera desde hace un año en la idea de construir dos Institutos-Escuelas en la ciudad, en cada uno de estos barrios, en un formato que en Catalunya ya cuenta con veinte centros funcionando -este año se abrieron dos de nuevos-.

Lo que propone la concejalía de Educación es mancomunar los esfuerzos de tres escuelas en Rocafonda -Vista Alegre, Rocafonda y Àngela Bransuela- y tres más en Cerdanyola -Tomàs Viñas, Josep Montserrat y Peramàs- de forma que acaben actuando conjuntamente después de un período de adaptación y que aulas vacias de los grupos de P-3 que se vayan cerrando sean ocupados por aulas de ESO, que es lo que falta.

Físicamente habría un centro –Tomàs Viñas en Cerdanyola y Àngela Bransuela en Rocafonda- que se convertiría en el instituto-escuela, pero la filosfía va un poco más allá y trata de ayudar los otros dos centros, con poca demanda por parte de los padres.

Según Miquel Àngel Vadell, la creación de institutos-escuela en estos barrios supondría que niños y niñas que podrán escolarizarse allí de 3 a 16 años "de forma que podríamos ‘competir’ con la oferta de las concertadas, ya que el poder estar tanto tiempo ahí es una de las ventajas de estos centros”. 

Si bien en Cerdanyola, a nivel de AMPAs de las escuelas, parece que la propuesta sí ha calado, en Rocafonda la asociación de vecinos ha mostrado su alarma por las consecuencias de la propuesta.

LA GENERALITAT ENFRÍA LA POSIBILIDAD DE LOS INSTITUTOS-ESCUELA

Pese a que en algunos momentos el Departament ha estado "en la onda" de lo que propone el Ayuntamiento, justo esta semana la delegada de Ensenyament en el Maresme-Vallès Oriental, Carmina Pinya, enfriaba esta posibilidad en declaraciones al periódico digital totmataro.cat: "Construir nuevos proyectos pedagógicos reclama tiempo y trabajar juntos entre comunidad educativa, Ayuntamiento y Departamento". Pinya salía al paso de esta forma y aseguraba que el nuevo sistemo podría aparcarse de cara al curso que viene. 

Unas declaraciones que llegan horas antes que el alcalde de Mataró, David Bote, y el concejal Vadell se reúnan en Barcelona con el responsable de centros del Departament d’Ensenyament, Lluís Baulenas, este mismo jueves.

Entonces, como piensa resolver la Generalitat la falta de plazas de Secundaria, que es el problema más acuciante? A largo término, la Generalitat quiere vaciar las partes de FP de los institutos de Secundaria de la ciudad y trasladar todos estos estudiantes a un nuevo Instituto de FP en el parque tecnológico Tecnocampus, del cual aún no hay un proyecto presentado.

Y de forma más puntual, la falta de espacio en los centros de Secundaria, se resoldría -con tal de evitar la instalación de más barracones- con el método de las "extensiones": utilizar espacios vacios de escuelas de Primaria para que se hagan allí clases, pero desconectadas del centro donde se harían.

POLÉMICA POR LA LÍNEA ÚNICA EN EL NUEVO ANGELETA FERRER

Otro punto de discordia con la Generalitat es que esta quiere dotar el nuevo edificio de la Angeleta Ferrer, hasta ahora en la Plaça de Cuba y provisionalmente compartiendo espacio con la escuela Torre Llauder, de una sola línea cuando la escuela arranque el curso que viene en las nuevas instalaciones situadas entre la calles Churruca y Lepanto. “No hay plazas de escuela pública en el centro de la ciudad, por eso la hemos reclamado tanto. Y ahora que tendremos un nuevo centro, quieren solamente dotarlo de una línea”, se queda el concejal Vadell.

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