"Les Corts es como un pueblo rodeado de modernidad"

Cuando Lluís Urpí (Sant Guim de Freixenet, 1962) y su esposa, oriunda de Nou Barris, encontraron en Les Corts, hace 19 años, el piso que buscaban entre los dos apenas conocían cuatro cosas del barrio. «El Camp Nou, El Corte Inglés, poca cosa más», recuerda el periodista de Catalunya Ràdio. «Tampoco teníamos ninguna conexión con el vecindario, pero fuimos a pasear por el entorno de la calle de Numància, que es donde vivimos, y todo lo que vimos nos gustó mucho. Para mí Les Corts es el mejor barrio de Barcelona», afirma Urpí, convencido y satisfecho.

«En el distrito hay muchas zonas verdes y tienes al alcance todos los servicios imprescindibles para el bienestar en un barrio», argumenta el vecino. «Además, el núcleo antiguo de Les Corts, que es como un verdadero pueblo -con la plaza con la iglesia, las calles peatonales y con casas bajas-, está envuelto y rodeado de modernidad, con centros como L'Illa, las universidades o el Parc Científic de Barcelona», repasa el autor del libro A micròfon tancat (editorial Pòrtic), una visión personal de la radio en catalán, prologada por Joaquim Maria Puyal.

Anécdotas y reflexiones amparadas por los 25 años de Lluís Urpí en Catalunya Ràdio, emisora en la que se estrenó en la sede de Lleida, construyen su libro, testimonio de consulta también para estudiantes de periodismo y comunicación audiovisual por su planteamiento sobre el papel de la radio pública y la pugna por las audiencias en Catalunya.

Noticias y celebridad

El trabajo de edición, los deportes,  los informativos (en la actualidad desde la sección de sociedad) y los fines de semana han impregnado de actualidad durante esos 25 años al vecino de un distrito discreto en relación a las noticias de sucesos y, sin embargo, siempre en pantalla y en la mente de todo culé. «El Camp Nou y su actividad en él es, tal vez, una de las cosas a las que el barrio ha tenido que saberse adaptar. En el siglo XXI la ubicación del campo en medio de la ciudad no es la ideal debido a los problemas de movilidad que ocasiona, pero sí es la opción más barata, frente a la alternativa de construir uno nuevo en la zona universitaria, sobre la Diagonal», afirma Urpí.

En la actualidad, el periodista trabaja en horario de fin de semana, condición que le permite disfrutar de Les Corts como solo algunos pueden hacerlo. «Muchos días salgo a caminar por la mañana, por el núcleo antiguo y, hacia las diez o las once, prácticamente camino solo. Aprovecho para hacer encargos y me siento como si tuviera todo el barrio para mí», relata. «Este es un barrio muy tranquilo. Si algún día nos cambiamos de piso, nos quedaremos en Les Corts», asegura Lluís Urpí.

En Les Corts se ha construido ya esa ciudad de la que sale y a la que regresa cuando viaja a su población natal, en la Segarra, para visitar a su familia. «Les Corts es como un segundo centro de Barcelona. La dueña de una tienda a la que fuimos a comprar un día, al poco de establecernos aquí, nos aseguró: 'Os quedaréis en Les Corts toda la vida'», rememora Urpí.

JJOO y Ernest Lluch

Entre las múltiples historias vividas por Urpí como periodista en Barcelona, y que también repasa en su libro, hay dos que destaca por encima de las demás: la cobertura de los Juegos Olímpicos y el asesinato de Ernest Lluch, vecino de Les Corts y al que Urpí conocía personalmente. «Desde las 00.30 hasta las tres de la madrugada hice 15 entrevistas para el programa especial que le dedicamos en la radio», explica el periodista, que estuvo en la lista de candidatos a presentar El Matí de Catalunya Ràdio en su último cambio de titular. Ahora compagina su trabajo en la radio con otra iniciativa: «Un proyecto -precisa- que llevo entre manos para televisión».

Urpí es de los que vincula la cualidad de observador al oficio de periodista. Él, que se considera a sí mismo muy chafardero, tiene sus lugares habituales para practicarlo, como el Fnac de L'Illa o la plaza de la Concòrdia, pero es algo que puede hacer en cualquier momento.

Caminando por las calles de Les Corts tampoco deja de observar. «Hay algo que ha cambiado en los últimos años. Hay muchos bares regentados por ciudadanos chinos. Además de sus típicos restaurantes, ahora cogen bares y siguen haciendo en ellos los mismos platos y tapas que servían los autóctonos que los llevaban antes», comenta Urpí. «De hecho, la inmigración en Les Corts es en su gran mayoría gente que viene aquí a trabajar, pero vecinos fruto de la inmigración no hay», dice el periodista que, con motivo de los 30 años de Catalunya Ràdio, recorrió Catalunya ofreciendo charlas y dialogando con los jóvenes de secundaria sobre la radio catalana.