LA ENCRUCIJADA EUROPEA

El resacón tras el 'brexit'

Un grupo de jóvenes protestan en Parliament Square al día siguiente de salir vencedora la opción del 'brexit', este sábado, en Londres.

Un grupo de jóvenes protestan en Parliament Square al día siguiente de salir vencedora la opción del 'brexit', este sábado, en Londres. / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El 'brexit' ha dejado al Reino Unido en el limbo y más dividido que nunca. Los británicos se acostaron el viernes en estado de 'shock'. Cuando despertaron el sábado, se dieron cuenta de que estaban en otro país. ¿En cuál? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Lo que se sabe es que es en uno profunda y diametralmente dividido. Medio país está furioso por dejar la Unión Europea (UE). El otro medio, contento con el triunfo del ‘brexit’, pero incluso esos, no han asimilado aún las consecuencias de la salida.

Atrapados, sin posibilidad de dar marcha atrás, una petición de los proeuropeos dirigida al Parlamento británico había superado en la tarde del sábado los dos millones de firmas. En su apoyo hay convocada para el martes una manifestación de protesta en Trafalgar Square. Otra petición, en tono menos serio, reclamando la independencia de Londres, lleva ya más de 130.000 firmas. Sadiq Khan, el alcalde de Londres, ha recibido 36.000 rúbricas para ser entronizado como “presidente Sadiq”.

Londres votó mayoritariamente por la permanencia -casi el 60%- y el sábado la rabia era palpable. “Siento que me han robado mi futuro y mi libertad”, comentaba un joven arquitecto inglés, que hacía la compra semanal en el mercado de frutas y verduras de Portobello, una de las zonas más multiculturales de la capital. Su disgusto era evidente. “Yo no quiero estar atrapado en esta isla. No quiero vivir en ‘Little Britain”, decía, refiriéndose a una popular comedia en televisión de hace unos años, que ridiculizaba la mentalidad estrecha y retrógrada de la vida provinciana, en la Inglaterra profunda.

“Es totalmente inaceptable lo que ha ocurrido”, apuntaba Jenny, una estudiante de medicina. “Era algo con lo que no había contado ni por asomo. Jamás creía que hoy estaríamos en esta situación”. La desolación es aún mayor entre extranjeros comunitarios. El resultado ha dejado un amargo regusto a rechazo. “Es como si nos hubieran dado un puntapié. Como si me estuvieran diciendo: ‘Márchate a tu casa’", se lamenta la italiana Vera Nicoli, que lleva cinco años en Inglaterra.

PAPEL NOMINAL

El ‘brexit’ también ha dejado al Reino Unido en el limbo político. Es difícil saber quién sujeta en estos momentos las riendas del país. Después del anuncio de su renuncia, el papel de David Cameron y su Gobierno es puramente nominal. El primer ministro asistió en Lincolnshire  a una ceremonia oficial del día de las Fuerzas Armadas, en su primera aparición pública tras la renuncia. Quien no ha sido visto desde el miércoles, el día antes del referéndum, es el ministro de Finanzas, George Osborne. Solo mantiene contacto por Twitter, a pesar de que la agencia Moody’s rebajó la perspectiva de la deuda soberana del Reino Unido, de estable a negativa, en su primera revisión tras el ‘brexit’.

Si el Gobierno está paralizado, tampoco hubo el sábado signos de vida por parte de Boris Johnson, Michael Gove o algunos de los asesores de los dos principales responsables de la campaña a favor de la salida. Mientras los dirigentes europeos piden a los británicos iniciar inmediatamente el proceso de ruptura con la UE, lo único que reciben como respuesta hasta el momento es silencio. La realidad es que hasta dentro de tres meses aproximadamente no habrá un nuevo primer ministro capaz de tomar decisiones.

JOHNSON, ESCONDIDO

Ese hombre sería, según todas las predicciones, Boris Johnson, que, lejos de las cámaras, o bien está ultimando durante el fin de semana una respuesta al 'brexit', lista para el lunes, o igual está desbordado por un resultado inesperado, que les ha pillado sin planes para sacar al país de la UE. La cuestión de la sucesión de Cameron, con Johnson centrado en ese objetivo, añade más incertidumbre a la actual situación.

Tampoco la oposición laborista está a la altura de los momentos de inquietud que vive el Reino Unido. El líder laborista, Jeremy Corbyn, se aferra al cargo, a pesar de la moción de no confianza que preparan los parlamentarios de su partido y que será presentada el lunes y votada posiblemente el martes.

CORBYN, ABUCHEADO

Muchos de los diputados creen que su falta de entusiasmo en la campaña ha contribuido a la victoria del 'brexit'. Pero la caída de Corbyn es improbable. Los militantes de base que le eligieron -jóvenes activistas muchos de ellos, con capacidad de movilización a través de las redes sociales- le ovacionaron durante un acto organizado por su equipo en Londres.

Muy distinto fue lo ocurrido poco después, cuando ya en la calle participaba en la fiesta del orgullo gay. Hubo abucheos y recriminaciones. “Tienes que dimitir, Jeremy”, le gritó uno de los asistentes. “Tú estabas en una plataforma para movilizar el norte (de Inglaterra) y los votos de la clase obrera. Y fallaste. Deja de utilizar el movimiento gay para proteger tu débil liderazgo”.

CONSECUENCIAS INMEDIATAS

Los británicos van a empezar a sentir inmediatamente algunas de las consecuencias del ‘brexit’. Con la caída de la libra, sus vacaciones en España o en algún otro país del euro, que ya tenían concertadas, son de golpe mucho más caras tras la devaluación. También subirá la gasolina, que se importa en dólares. Muchos preguntan desconcertados si siguen siendo válidos sus pasaportes, o si tendrán que pedir visado para ir a Francia.

Hay arrepentidos de haber votado por la salida. “Ahora votaría por la permanencia”, declaró a la cadena ITV Many Suthi, una estudiante que se dice “muy decepcionada” y ve ahora “cómo la realidad está haciendo mella”. Otro británico, Adam, confió a la BBC que votó por el ‘brexit’ pensando que ganaría la permanencia. “Nunca pensé que sucedería, estaba convencido de que íbamos a quedarnos”.