TENSIÓN EN EL MAGREB

El primer ministro de Túnez destituye al titular de Interior

Mohamed Ghanuchi anuncia la liberación de todos los detenidos en los disturbios

EFE / Túnez

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El primer ministro tunecino, Mohamed Ghanuchi, ha anunciado la destitución del ministro de Interior, Rafik Belhaj Kacem, y la liberación de todos los detenidos durante las protestas sociales que vive el país desde mediados de diciembre y que se han recrudecido en los últimos días. El anuncio se produce el día en que unidades del Ejército se han desplegado en la capital a raíz de los últimos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.

En un nuevo intento del Gobierno tunecino por frenar la ola de contestación social en el país, el primer ministro ha anunciado igualmente la creación de una comisión de investigación sobre los casos de corrupción en las estructuras del poder que denuncian los partidos de oposición y las organizaciones sociales.

Después de que los disturbios se extendieran anoche por primera vez a la capital, unidades del Ejército integradas por soldados, camiones y vehículos blindados han tomado posiciones este miércoles, especialmente en las grandes avenidas del centro de la ciudad y en algunos barrios del extrarradio como la Cité Etadamen. En ese distrito, más de mil jóvenes se manifestaron anoche, prendieron fuego a un autobús y atacaron numerosos comercios y sucursales bancarias.

Edificios oficiales bajo vigilancia

La plaza donde desemboca la popular avenida Habib Burguiba, la sede de la radiotelevisión estatal y otros edificios oficiales también están vigilados por el Ejército.

Según el Gobierno, los enfrentamientos han provocado hasta el momento 21 muertos en todo el país, mientras que los partidos de oposición y los sindicatos elevan la cifra de víctimas mortales a más de 50.

Los disturbios en Túnez estallaron el pasado 17 de diciembre cuando Mohamed Bouazizi, un joven de 26 años, se quemó a lo bonzo en la localidad de Sidi Bouzid para denunciar abusos administrativos después de que la policía le confiscara las frutas y legumbres que vendía en la calle, con el argumento de que carecía del permiso para esa actividad. El joven, un desempleado con estudios superiores, falleció el pasado 4 de enero en un hospital de la capital tunecina, adonde fue trasladado.