Vocación internacional

TEATRO

Actores entre dos pantallas

La primera de las nuevas adaptaciones dramáticas es De Stille Kracht, en la que el director Ivo Van Hove descubre la obra de uno de los grandes de la literatura holandesa –Louis Couperus- con un montaje sobre el enfrentamiento entre Oriente y Occidente. Otro ejemplo de lo que significa reinterpretar una obra es Platonov, en la que el director flamenco Luk Perceval condensa una obra de Chéjov sobre la autodestrucción de un personaje, el amor y sus límites. En la misma línea está Cuando vuelva a casa voy a ser otro, de Mariano Pensotti. En ella se aborda el proceso de transformación que vivimos las personas, así como el miedo a dejar de ser uno mismo.

Entre los espectáculos que experimentan con nuevos lenguajes están Teatrocinema, donde los actores se mueven entre dos pantallas sobre las que se proyectan imágenes. Otro ejemplo es MDLSX, sobre las barreras de género mediante la hibridación de textos literarios, ensayos y novelas de temática queer, música y abundantes recursos audiovisuales. Oficina per a una vida postidèntica o El somni de Gulliver (protagonizada por robots) también trascienden los límites del teatro convencional.

DANZA

Ballet para un gran auditorio

Por lo general, la danza contemporánea suele verse en salas cuyo aforo no supera las 400 personas. Pero, a raíz del éxito obtenido el año pasado por el espectáculo inaugural de La Veronal, el Grec sigue programando este tipo de obras en el gran anfiteatro de Montjuïc (con capacidad para 2.000 personas), haciendo pedagogía del género y contribuyendo a su popularidad. Entre las actuaciones de este año destaca la de la Kibbutz Contemporary Dance Company, con sede en Basilea y dirigida por el coreógrafo Rami Be’er. Su espectáculo If at All es una celebración de la vida en común, que se articula siempre en círculos, desde los más íntimos a los socialmente más amplios. De ahí que la circularidad marque las interpretaciones de los bailarines, la estructura de las coreografías y la composición en sí misma.

La segunda gran producción de danza contemporánea que acogerá el Teatre Grec es Writing Ground/Biophony, de la compañía Alonzo King Lines Ballet. De su fundador, el norteamericano Alonzo King, se dice que es uno de los grandes maestros del ballet en la actualidad, por crear un lenguaje corporal nuevo y lograr coreografías con una expresividad extraordinaria. 

MÚSICA

Conciertos de pequeño formato

Más allá de los conciertos de gran formato y los artistas más populares, el Festival Grec sigue apostando por los conciertos de pequeño formato protagonizados por músicos excelentes de todo el mundo que, por su estilo original, su personalidad o su puesta en escena, aportan algo fresco y distinto. Nombres como el de Benjamin Clementine, artista británico autodidacta cuya conmovedora voz explica historias de amor y pérdida, de esperanza y desesperación, en unas canciones llenas de lirismo que interpreta al piano, a menudo descalzo. Otro de los artistas británicos destacados es Scott Matthews, una pequeña joya del folk acústico (su último trabajo se grabó en un estudio doméstico). Procedente también de Inglaterra –pero de origen ganés–, Myles Sanko visitará Barcelona para demostrar por qué se ha convertido, con solo un disco, en un referente del soul actual. Por su parte, el mago de la guitarra Steve Vai (tres premios Grammy) traerá el que posiblemente sea el disco más importante de su carrera: Passion & Warfare. 

Eso sin olvidar propuestas con un marcado acento tradicional, como C4 Trío o el Quinteto Real.

CIRCO

Contorsionista al desnudo

Guadual –del director, artista y constructor Leandro Mendoza– explica la historia de una compañía de circo que, víctima de una estafa, acaba perdida junto a un río. Allí se une a tres hospitalarios campesinos que, con el tiempo, acabarán aprendiendo las técnicas circenses, integrando en su espectáculo un elemento natural como es la guadua (una especie de bambú americano). De esta forma, artistas y campesinos aprenderán unos de otros, construyendo un montaje que no solo habla de habilidad y técnica, sino también del mundo natural, de intercambio de conocimientos y de diálogo.

En segundo lugar, sobresale Aneckxander, un montaje delicado y sensible en el que, únicamente vestido con unos zapatos de plataforma y unos guantes de boxeo, su protagonista retuerce su cuerpo hasta conseguir formas inverosímiles. 

Por último, en Paradís pintat, la payasa Pepa Plana, bajo la dirección de Ferruccio Cainero, se pone en la piel de un ángel que, como no logra volar, decide desplazarse bajo el agua. Allí se topa con todas aquellas personas que perdieron la vida al intentar entrar en un continente que les cerraba las puertas.