"Siempre le tendré un cariño especial al CE Europa"

Gràcia, el barrio bohemio, de originales comercios, de artistas, actores y cines en versión original, también tiene sus titulares deportivos. «En el campo del Europa se jugó el primer partido oficial de básquet. Fue en 1920. Instalaron unas canastas sobre las porterías de fútbol. Por lo tanto, en Gràcia está uno de los clubs fundadores de la liga profesional de baloncesto, hace casi un siglo», explica el periodista Àlex Castells (Barcelona, 1976).

Ese mismo campo de fútbol, el del Club Esportiu Europa, y una canasta para jugar a baloncesto en el patio vecinal donde vivía fueron, precisamente, importantes vínculos con el barrio durante toda la infancia del presentador del Telenotícies Cap de Setmana de Televisió de Catalunya.

De su vida junto al campo de fútbol del Europa -continuada-, porque en la actualidad también reside muy cerca de él, el periodista rescata diversas anécdotas. «Algunos domingos por la tarde, sorteando la pared del campo, desde un punto que nos era más accesible, cuando éramos niños, algunos amigos del barrio, nos colábamos a ver los partidos, que fueron los primeros que vi. Aquel fue mi primer contacto con el fútbol», afirma Àlex Castells. «Cuando te encontrabas en la calle a alguno de los grandes jugadores que han pasado por el Europa, que hacía vida por el barrio, para mí era tan impactante o más que si me hubiera cruzado con alguien del Barça. Eran un mito para mí los mejores jugadores que venían a jugar al barrio», asegura Castells. «Yo siento el Europa más cercano y mío que el Barça o que el Espanyol, salvando las distancias. Siempre le tendré un cariño especial. Para mí es como el club de la familia», confiesa el periodista.

La prensa del lunes

«Mis horarios de trabajo, concentrados en el fin de semana, no me permiten venir a ver lo partidos del Europa, pero el lunes, cuando leo los diarios, siempre busco los resultados del Europa», puntualiza Castells, coautor, junto al también periodista deportivo y comentarista de TV3, Jordi Sunyer, del libro We are the catalans (Editorial Cossetània, 2013), que repasa la trayectoria de jugadores, técnicos y directivos de fútbol catalanes fichados por equipos de Gran Bretaña, descubriendo a su vez las poblaciones británicas que los acogieron.

El viaje a otros países es de las pocas cosas que hacen sentir a Àlex Castells que vive en Barcelona. «Si no, yo soy de Gràcia. En Barcelona me siento vecino de Gràcia. Es mi barrio de toda la vida y no me iría a vivir a ningún otro barrio de la ciudad. Es una lástima que algunos de mis amigos de infancia se hayan tenido que ir a vivir a otros distritos por los altos precios de la vivienda aquí», comenta el presentador. «También los precios de los locales comerciales se ha disparado, es casi un lujo poder disponer de uno hoy en día», dice.

«Para mi gusto, al barrio de Gràcia solo le faltan un par de cosas, aunque creo que las dos son un mal endémico de toda la ciudad: más limpieza y soluciones para la movilidad. Hacer compatible el uso del coche con las zonas peatonales es un hándicap. No hay párkings suficientes», considera el vecino, uno de los que no emigran del barrio cuando llega la fiesta mayor. «Desde pequeño la he vivido intensamente, y lo sigo haciendo. Además, como trabajo los fines de semana, los días de fiesta entre semana, puedo disfrutar de los conciertos y las actividades sin problema, y las aprovecho mucho», dice Castells. «Y los amigos que se fueron a vivir fuera del barrio, vuelven para la fiesta y nos reencontramos cada año», añade. «Admiro el afán con que se prepara la fiesta mayor de Gràcia, la gente que, a pesar de todo, sigue tirando adelante con los preparativos cada año», declara el presentador, hijo de madre gallega y padre barcelonés, del distrito vecino del Guinardó.

Delicias de Gràcia

Además de su fiesta mayor, el vecino de Gràcia también destaca de su barrio la creciente especialización de tiendas de productos de alimentación selectos, delicatesen, como la hamburguesería Rubio Francisco (L'Oreneta, 2). «La hamburguesa de tòfona que preparan es espectacular», asegura el periodista deportivo, que había sido jugador de básquet.

Su afición al baloncesto se inició en el patio interior que delimitaba el edificio en el que vivía y otros próximos. A partir de aquellas primeras canastas, el presentador deportivo fue jugador federado de baloncesto hasta los 19 años. «De básquet, también hay una gran afición en Gràcia», expone Castells. «Los Lluïsos de Gràcia (de 1945, y participantes desde 1958 en los campeonatos de la Federació Catalana de Basquetbol) y La Salle de Gràcia (compiten en campeonatos escolares y en los de la Federació Catalana) en el ámbito escolar son muy destacables».