Punta de cuchillo

Homaro, inventor

PAU ARENÓS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En estas páginas alegres se cuentan a veces historias tristes. La gastronomía es la excusa para seguir narrando historias en torno al fuego. La cocina es otra cosa: es un acto en el que nos va la vida.

El chef Homaro Cantu se ahorcó el 14 de abril del 2015 en las instalaciones de una cervecería que estaba a punto de abrir. No puedo opinar sobre su cocina porque solo probé uno de sus experimentos en un congreso en el 2005. Era una hoja con sabor a hamburguesa. Sería irresponsable juzgar un estilo por el sabor de un sello. Él tenía una visión a lo Isaac Asimov: confiaba en que la ciencia impulsaría la cocina hasta el límite de la galaxia. Inventaba trastos y jugaba con láseres. Las crónicas sobre su restaurante, Moto, en Chicago, hablan de menús con las dosis justas de circo. Los compañeros lo tenían por un hombre excelente, y comprometido. ¿Por qué se mató? Es la pregunta que también nos anuda. Ha habido otros suicidas en el mundo hipercompetitivo -y de estridencia y exposición social- de la alta cocina. Una de las muertes más sonadas fue la de Bernard Loiseau, que usó una escopeta.

La cocina nace de la muerte para celebrar la vida.