Miri: la bloguera 'cuqui' de 'MasterChef'

Miriam Pérez-Cabrero es barcelonesa, tiene 23 años y estudia Administración y Dirección de Empresas, aunque lo que de momento administra -y parece que con bastante solvencia- es su paso por 'MasterChef 5'. El programa ha encontrado en ella a una representate de ese gremio formado por prescriptores e 'influencers' que parecen vivir mentalmente en el festival de Coachella. Y ella, que como buena bloguera 'marketiniza' igual que respira, ha dado con una audiencia millonaria para unos modelos y recetas saludables que divulga bajo la marca Miri, cuatro letras que, además de ser el diminutivo con el que se da a conocer, también ha convertido en el prefijo de su idioma corporativo. Ella, la «miriestrella» del programa para sus seguidores, no remonta, sino que «miri-remonta» y, pulcra y cuqui, cuida de los «miridetalles». Como hacían los pitufos (¿recuerdan aquello de «no por mucho pitufar amanecer más temprano»?), pero con Jordi Cruz en lugar de Gargamel.

Si 'Supervivientes', rival de 'MasterChef' los domingos por la noche, exprime la baza de la bronca non-stop de Alba Carrillo, el programa de RTVE-1 saca punta a las 'miricosas' de la bloguera. Sobre todo -teniendo en cuenta que solo se le conoce un exnovio llamado Lucas-, a su no-relación con Jorge, compañero de cocciones, exfutbolista de Granada y camarero en un chiringuito de Formentera, ya que cada intercambio de miradas, incluso el más neutro, es celebrado en la sala de montaje como si fueran Sandra Dee y Troy Donahue. «Vosotros quedaríais monísimos como pareja», celebraba Loles León en su visita el domingo pasado antes de entornar los ojos, conectar con los arcanos y anunciar una profecía: «Yo veo que montáis un chiringuito: el Miri & Jorge's place».

POLÉMICA

Ya que la cuenta de Instagram de Miri parece reservada a la moda y a glosar los infinitos beneficios de la quinoa y las semillas de chía -dos ejes, la ropa y la dieta, sobre los que Gisele Bundcheno y Gwyneth Paltrow han levantado todo un sistema económico-, el programa también se ha encargado de presentarnos a su gran 'miriamiga' Tamara Falcó, a quien la barcelonesa recibió con despliegue de saltos, gritos y hasta alguna lágrima. «Soy muy amiga suya -explicó-, me apoya en mi paso por 'MasterChef' y su visita ha sido un subidón».

Y como toda heroína también ha vivido su 'miricalvario'. El domingo pasado, algunos excompañeros acusaron, 'sotto voce', al jurado de favorecerla por haberle permitido repetir un bizcocho en una prueba eliminatoria en la que, según el programa, no había límite de ingredientes. «Al próximo que pille [se entiende que intrigando] me lo como. ¡Y punto pelota!», aulló Jordi Cruz. Imaginarán el tono, teniendo en cuenta que el chef sigue andando por la cocina como si se dedicara a domar fieras y se toma cada cocción como si en ella nos fuera el destino del planeta.