elecciones francesas

Nuevos apuros para Sarkozy en el tramo final de la campaña francesa

El presidente francés celebró un impopular encuentro con donantes en el lujoso hotel Crillon de París

MARTA LÓPEZ / París (enviada especial)

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Cuando faltan tres días para la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, todo son malas noticias para el actual jefe del Elíseo, Nicolas Sarkozy. Casi todos los sondeos dan ya vencedor el domingo a su rival socialista, François Hollande, y en las filas de la derecha se multiplican las deserciones, cuya cabeza más visible es el expresidente Jacques Chirac.

Por si fuera poco, el semanario satírico Le Canard Enchaîné ha dado la puntilla a esta semana nefasta al revelar el apego que el presidente sigue teniendo por el lujo mientras los franceses se debaten en la incertidumbe sobre el futuro y sufren los estragos de la crisis. El domingo pasado, antes de protagonizar un mitin de masas en la parisina plaza de la Concordia, Sarkozy desayunó con medio centenar de personas que financian su partido en el exquisito hotel Crillon, donde se desembolsaron 9.500 euros por el alquiler del salón Marie Antoniette.

Fondos electorales

Desde el entorno del presidente se niega que la reunión sirviera para recolectar fondos electorales pero el hecho de que haya trascendido la celebración de la misma es un nuevo golpe a la imagen del presidente, que recuerdda el traspié ya cometido en la noche electoral de hace 5 años, cuando celebró su victoria no muy lejos de Crillon, en la lujosa brasserie Fouquet's,en los Campos Elíseos, lo que valió numerosas críticas y ganarse el apodo de presidente bling bling por su afición al lujo.

Los sondeos, diarios en Francia, no le dan tampoco tregua a Sarkozy y algunos le sitúan ya a cinco puntos por detrás de Hollande, que cosecharía el domingo el 29% de los votos. Pero el presidente está convencido de que los comicios le reservan "sorpresas". Quizá sí, pero el candidato socialista no solo sube en las encuestas, sino que también recoje cada vez más adhesiones públicas a su candidatura. La "traición" de ministras como Fadela Amara, que han participado en gobiernos de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), indigna especialmente a Sarkozy, que ha ironizado sobre la "elegancia" de los nuevos seguidores de Hollande.