EL BALANCE

C's: El debate impulsó a Ciutadans

Rivera defiende el bilingüismo y adaptar el Estatut a la Constitución

JOSEP M. BERENGUERAS
BARCELONA

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Se dice que quien no sale en la televisión no es nadie. Bien lo debe de saber el candidato de Ciutadans Albert Rivera, quien logró una notoriedad inesperada en esta campaña gracias a

TV-3, la misma cadena donde curiosamente apareció de forma irregular en los TN debido al reparto del tiempo de los bloques electorales.

Rivera tuvo dos grandes oportunidades de fama, y las supo aprovechar. Primero, en una entrevista en horario de máxima audiencia y, segundo, en el debate a seis, donde se convirtió en uno de los protagonistas de la primera parte del encuentro gracias a su capacidad dialéctica (no en vano fue campeón de España de oratoria estudiantil), a que logró sacar de sus casillas -para algunos de manera poco educada- tanto a José Montilla como a Artur Mas y a que se expresó en castellano.

Ciutadans se declaró durante la campaña electoral enemigo de todos. Prometió no investir como president ni a Montilla ni a Mas, criticó que el PP les copia el discurso y, cómo no, tampoco tuvo buenas palabras ni para ICV-EUiA ni para ERC. El antinacionalismo está en el ADN del partido, y lo demostró defendiendo hasta la extenuación la Constitución y prometiendo adaptar el Estatut a la Carta Magna. También propuso acabar con que el catalán sea la lengua vehicular en las escuelas y adoptar el trilingüismo: 40% catalán, 40% castellano y 20% inglés.

Su principal objetivo es conseguir al menos cinco diputados, lo que le permitiría formar grupo parlamentario y, así, presentar propuestas de ley. Sus promesas: cambiar las normas de educación y cine, revocar la prohibición de los toros y acabar con las multas lingüisticas. No se ha cansado de repetir que Catalunya es España y que es necesaria una nueva ley de política lingüistica que iguale el castellano y el catalán.