Las administraciones dudan de que Vueling pueda cumplir sus compromisos

Las administraciones --la central, a través del Ministerio de Fomento, y la autonómica, por medio de las 'conselleries' de Empresa y la de Territori-- dudan de que Vueling pueda cumplir con los compromisos asumidos para la campaña de verano. Es decir que tenga una estructura suficiente para afrontar la grave situación de cancelaciones y retrasos en la que se ve inmersa la compañía aérea del grupo IAG. Han exigido a la compañía que den a conocer los medios con los que cuenta para cumplir esos compromisos y amenazan con sanciones dentro de las competencias de cada una de las administraciones.

Mientras que la ministra Ana Pastor ha pedido al presidente de la compañía, Javier Sánchez-Prieto, un plan de contingencia para hacer frente a la situación, la Generalitat ha decidido crear una comisión de seguimiento para comprobar semana a semana que los planes anunciados se llevan a cabo. Vueling tiene que presentar este martes al Ministerio de Fomento ese plan de contingencia en el que especifique los vuelos previstos y los medios materiales (aviones) y humanos (pilotos y personal de tierra) para realizarlos durante los tres meses de verano, julio, agosto y septiembre.

En el encuentro, el ministerio ha mostrado su "preocupación" ante el despliegue de los planes que tiene la aerolínea, aunque "tenemos plena confianza de que se van a tomar en serio", ha dicho Julio Gómez-Pomar, secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes. Y la preocupación coincide con la de la Generalitat de Catalalunya, que ha pedido a la compañía que asegure los vuelos vendidos y anule los que no pueda cumplir. La sospecha del Govern, tras la reunión mantenida este lunes en Barcelona, con los responsables estrategia y comercial, Fernando Estrada y David García, es que la situación de fondo es preocupante. "Tenemos la sensación de que no es una situación coyuntural provocada por una huelga, sino que detrás hay un problema de planificación", ha comentado el 'conseller' de Territori, Josep Rull. Vueling insiste en que el problema es consecuencia de la huelga de controladores en Francia de hace una semana. Esa opinión no es compartida por los trabajadores que consideran que la compañía se ha empeñado en una "sobreexplotación de los recursos", según el presidente del comité de empresa, Juan Valdés.

INVERTIR ES LA SOLUCIÓN

"Esta es una situación que solo se resuelve invirtiendo. Vueling ha tenido beneficios de 90 millones de euros en el último años", ha apuntado Jordi Baiget para indicar que la aerolínea cuenta con los medios para arreglar la situación. Desde el 1 de julio, ha comenzado la contratación de 130 personas para el departamento de atención al cliente; ha contratado a 32 pilotos con los que componer 17 tripulaciones y ha incorporado seis nuevos aviones. Además, ha aumentado los tiempos de escala de 35 a 45 minutos para poder asumir más contingencias imprevistas. 

Estos son los únicas cifras ofrecidas por la compañía, aparte de que desde el pasado 28 de junio han sido cancelados 56 vuelos que incluía un pasaje de 8.000 personas. No se han precisado tampoco los retrasos. De hecho, este lunes ha reconocido la cancelación de dos vuelos, el Barcelona-Bruselas y el Bruselas-Barcelona, aunque otras fuentes hablan de cinco. Además se han producido retraso en otras rutas, algunos de varias horas, como ponían de manifiesto los pasajeros que durante el día de hoy se han personado ante los mostradores de reclamaciones de la compañía en el Aeropuerto Barcelona-El Prat.

La Àgencia Catalana de Consum ha abierto este mismo lunes dos mostradores de reclamaciones uno en el área de llegadas y otro en el de salidas para informar a los pasajeros de cuáles son sus derechos.