Italia destina 17.000 millones de euros para la liquidación de dos bancos

El Gobierno de Gentiloni firma el decreto por el que se vende por un euro la Vento Banca y la Banca Popolare de Vicenza a la entidad Intesa Sanpaolo

Una sucursal de Veneto Banca, en la ciudad italiana de Venecia.

Una sucursal de Veneto Banca, en la ciudad italiana de Venecia.

IRENE SAVIO / ROMA

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Tras meses de incertidumbre y tres días de reuniones frenéticas, el Gobierno italiano ha aprobado este domingo un decreto a través del cual ha puesto a disposición<strong> “hasta 17.000 millones de euros”</strong> para la liquidación de <strong>Veneto Banca  (Vb) y Banca Popolare di Vicenza (BpVi)</strong>. Estos son los dos bancos que, después del caso del español Banco Popular, han vuelto este mes a hacer saltar las alarmas en la eurozona. La operación pactada permitirá que se lleve adelante “una quiebra ordenada”, ha intentado tranquilizar el primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni. La Comissión Europea anunció a través de un comunicado a última hora de la tarde que "aprueba, bajo las reglas de la UE, las medidas para facilitar la liquidación".

“El total de los recursos movilizados podría alcanzar los 17.000 millones de euros, aunque el gasto inmediato para el Estado es de un poco más de 5.000 millones de euros”, ha precisado, por su parte, el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan. “Se trata de dinero que ya estaba en los presupuestos […] por lo que no hay impacto sobre la deuda pública (de Italia)”, ha añadido el ministro, quien defendió la iniciativa de Italia como “la única alternativa” después de que el Banco Central Europeo (BCE) dijera que ambas entidades estaban “en quiebra o cerca de quebrar”. 

La operación italiana, de hecho, no solo busca poner a salvo los ahorros de los clientes particulares de ambas instituciones y evitar la “interrupción de la actividad” de ambas entidades (cuyas oficinas este lunes reabrirán regularmente). Sino también a impedir que, en momentos de tibias señales de recuperación económica por parte de la economía transalpina, se dañe de gravedad el tejido de las pequeñas y medianas empresas de Véneto, una de las regiones más industrializadas del norte de Italia y donde operan Vb y BpVi.

20.000 MILLONES DE TÍTULOS TÓXICOS

Por ello, de manera inmediata, se acordó destinar 4.785 millones en concepto de "anticipo de caja” y otros 400 millones como “garantía” a Intesa Sanpaolo. Este es el único banco que ha aceptado comprar Vb y BpVi. Y esto, bajo una serie de condiciones, como adquirir solo la parte sana de ambos bancos, que excluye alrededor de 20.000 millones de títulos tóxicos y de alto riesgo que acabarán en un banco malo gestionado por el Estado italiano.

Además de ello, la operación de compraventa también ha librado Intesa Sanpaolo de tener que hacerse cargo del cierre de 600 sucursales y de los 4.000 despidos y prejubilaciones previstos para los trabajadores de Vb y BpVi. Para ellos, Roma ha anunciado que financiará un fondo ya existente con 1.200 millones de euros, que serán entregados paulatinamente en los próximos cuatro años, según explicó 'Il Sole 24 Ore'

DAÑO A LOS CONTRIBUYENTES

Y de ahí también que la operación no haya estado exenta de polémica. “Este procedimiento es un enorme regalo” al banco Intesa Sanpaolo y un “daño a los contribuyentes”, dijo Stefano Fassina, diputado de Futuro a Sinistra (FS) y exmiembro del gubernamental Partido Demócrata (PD). “Nosotros ofrecemos dos euros”, añadió irónicamente la Asociación por los Derechos de los Usuarios y Consumidores (ADUC).

“Ambos bancos arrastraban problemas incluso desde antes de la crisis financiera mundial […] esta intervención era necesaria, importante y muy urgente”, se ha defendido Gentiloni. La operación contribuirá a “la buena salud de nuestro sistema bancario, de su eficacia”, detalló. 

BAJO CONTROL ITALIANO, NO EUROPEO

Eso sí, como previsto, toda la intervención será regulada bajo la legislación de Italia y controlada por el Estado italiano, y no por las autoridades europeas, como le ocurrió al Banco Popular. Esto después de la luz verde —el viernes— del BCE, el cual argumentó que dicha decisión se fundamentaba en que no había “interés público” para una gestión desde afuera. 

De igual manera, también el gremio de los empresarios italianos (Confindustria) calificó la solución de “razonable”. En 2016, Banca Veneto perdió 1.500 millones de euros (el doble que el año anterior) y Banca Popolare di Vicenza se dejó 1.900 millones de euros. En los últimos dos años, las acciones de las dos entidades han pasado de valer 62 euros o 48 euros hasta los 10 céntimos.

Italia suma así otro capítulo en el ya largo folletín de los rescates de su sistema bancario. De hecho, la operación de los dos bancos vénetos, llega después del caso del Monte dei Pasqui di Siena (MPS). Un banco, este, por el cual el Gobierno italiano en diciembre aceleró la aprobación de un fondo de 20.000 millones de euros para salvar tanto a esa entidad, como a otras en aprietos financieros. Un contexto que se suma, a su vez, a los otros cuatro bancos salvados en noviembre del 2015: Banca Marche, Carife, Carichieti y Etruria.