Fundador de Vila Viniteca

Quim Vila, un 'marchante' entre vinos

Quim Vila, en la tienda Vila Viniteca, en el Born.

Quim Vila, en la tienda Vila Viniteca, en el Born.

MANEL TORREJÓN
BARCELONA

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Los bodegueros se llevan todo el protagonismo. Natural. Por su complicidad atávica con la viña. Por su alquimia. Por el sobrevenido glamour de un oficio casi tan antiguo como la humanidad. El distribuidor, en cambio, juega un papel discreto pero vital. Quim Vila (46 años) reivindica ese rol, que ilustra con el símil del marchante de arte:«Si el marchante es malo, el pintor pasará apuros», remacha.

Vila ha culminado la evolución del negocio familiar en el Born desde el ultramarinos de barrio —se remonta a 1932— hasta la venta al por mayor de vinos en España y en todo el mundo. Vila Viniteca vende a restaurantes, hoteles y vinaterías. En su catálogo hay 7.300 caldos y licores. Su fuerte:«El pedido a medida. Palets, cajas y botellas sueltas. Para mejorar sus finanzas, nuestros clientes tienden a reducir el estoc y nosotros les ayudamos a optimizar el almacén».

La empresa importa y exporta. Representa 80 marcas españolas, sobre todo en Catalunya. Y es el distribuidor en todo el país de bodegas de lujo como Dominio de Pingus, cuyo Ribera del Duero Pingus es el vino más caro del mercado.

Algo de financiero también tiene este hombre. Cuando llega abril es obligado el viaje a Burdeos a comprar futuros de botellas de esta denominación de origen.«Las barricas no serán embotelladas hasta un año y medio más tarde, pero ya se pueden adquirir derechos, que después se revenden».

Los caldos han mejorado la calidad, el público ha brindado por ello y, claro, los precios se han aupado. En algunas tierras, como el Priorat, la inflación ha sido extraordinaria.«Pero un bluff cae por su propio peso. Puedes vender la primera cosecha, pero si no es buena, la segunda no te la compran». Lo que admite sin matices es el endiosamiento de algunas bodegas.«Este año por fin bajan precios en Burdeos. Los libros de economía dicen que si cae la demanda, los precios caen. ¿Por qué no iba a pasar esto en nuestro sector?». El futuro de algunas botellas dechateauxcotiza a 160 euros, cuando en el 2008 lo hizo a 320 euros.

El Priorat le pilla más cerca. Conoce en primera persona el resurgimiento de unas viñas antaño estigmatizadas. De hecho, compró dos cajas de la primera cosecha (1989) del hoyembajadordel Priorat y entonces novato viticultor riojano Álvaro Palacios. Vila distribuye ahora sus vinos en la mitad Este del país.

Quim tiene dos tiendas en Barcelona (Vila Viniteca en el Born, enfrente del ultramarinos de los abuelos, y Vinacoteca, en la calle Valencia). Y se ha dejado seducir por la viticultura: es accionista, entre otras bodegas, de Paisajes y Viñedos (Rioja) y Viña al lado de la casa (Yecla).