Josué, el bailarín equilibrista

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lmmarcobarcelona 2014 10 28 dominical josue ullate b141119172442 / JOAN CORTADELLAS

LUIS MIGUEL MARCO

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Tiene 20 años y el apellido Ullate. Es arcilla para la danza, con los atributos necesarios para dar el gran salto. Nos encandiló con ‘Bolero’ y nos ha vuelto a seducir en el espectáculo ‘El sur’, donde emociona en un solo: ‘Quiebro’, una coreografía homenaje al maestro Enrique Morente.

El padre, Víctor Ullate, siempre le echa uno más, pero su hijo adoptado Josué tiene 20 años. Hoy lo acompaña al estudio de fotografía, porque le hemos pedido que pose para ustedes. Y Víctor estará ahí, controlando los movimientos, chasqueando los dedos, corrigiendo detalles... orgullo de hijo y orgullo de padre. Ya nos lo dijo hace un año: “Mi hijo Josué tiene cualidades para ser una gran figura: elasticidad, plasticidad... Mejores condiciones físicas que las que tuve yo nunca. Tiene el carisma de los grandes, tiene luz, poderío”. Eso dijo. Está escrito.

Josué se lleva las manos a la cabeza. “Hombre. He tenido una suerte increíble. El maestro en casa, así que fíjese. Él ha sido uno de los grandes y sé que me va a guiar y apoyar en todo, también a la hora de tomar las decisiones que más me convengan”.

Josué, que se ha criado y forma parte de la compañía del Víctor Ullate Ballet, recuerda haber visto imágenes que son historia viva de la danza. “Cuando mi padre empezó conmigo 'Bolero', fue increíble. Porque yo me recuerdo de pequeñico, cuando vi la coreografía de Maurice Béjart, decirle a mi padre que quería bailar eso. Y revisé los vídeos de Jorge Donn interpretándolo. Le decía a mi padre que era un regalo. Es como cuando a un actor lo llaman para hacer de James Bond. Una pasada”.

Una silueta impresionante

El niño calienta un poco y empieza con las figuras. El padre habla por él. “Fíjese. El físico de Josué es poco común. Parece que está hecho a espátula. Tiene las piernas híper extendidas y es como un contorsionista. En 'El Sur', si lo ves en silueta, te impresiona. Y no es pasión de padre, porque yo soy muy objetivo con mis hijos y con todo el mundo. Si todo va bien y Dios lo quiera, a él le auguro una carrera maravillosa. Lo que debe hacer es estar unos añitos más aquí con la compañía y luego irse fuera. Ya tiene pretendientes, en Múnich por ejemplo. En España es una pena, pero los artistas siempre van como nómadas, con todo a cuestas. Y el arte está como de más. Así que cuando él me diga que se va, se irá, porque además es tan cabezón como yo, que no podré reternerle”, afirma Víctor. De momento, el joven vive bajo el techo paterno, con Víctor y su pareja, Eduardo Lao, director adjunto de la compañía. “Estoy genial con los papis”, dice el chaval.

En 'El Sur', el último espectáculo de la compañía, es un homenaje en toda regla al desaparecido Enrique Morente – “compartí muchas noches interminables en Granada con el maestro. Yo tengo casa en Granada”– Josué aparece al final, con el solo de 'Quiebro'. Baila este quejío en semipenumbra, con un fondo negro con la foto del rostro de Morente. Él, las velas y la voz quebrada del granadino. “Yo no conocía a fondo la música de Enrique Morente, pero ahora lo respeto muchísimo y le mando toda mi energía allá donde esté”, dice el joven.

Pieza fetiche

Esa pieza, que es un lamento, un quejído, un grito interior, es su fetiche. “La creó mi padre para mí, pensado en todo lo que le venía bien a mi cuerpo, y con ella gané en Italia el premio Positano al mejor bailarín revelación el año pasado”. Tuvo la ocasión de interpretar también estos movimientos, en un diálogo desgarrado, junto al Guernica de Picasso, en el Centro de Arte Reina Sofía, el Día Internacional de la Danza. “Los nervios se esfumaron en cuanto sonó la música y empecé a bailar. Me sentí flotar. Aquello estaba lleno de periodistas, pero yo solo veía a mi padre. Reviso el vídeo [está en Youtube] y alucino. ‘Madre mía, eso lo he hecho yo y ya no me lo quita nadie’ me digo”.

Tomen nota si están en Madrid para desperdir el año. La próxima cita artística con el Víctor Ullate Ballet será allí. El ballet recupera una pieza emblemática, “en una nueva versión, con tres canciones populares de Manuel de Falla”. Habla Víctor de 'El amor brujo', que estrenó el año 1994 en el teatro de La Maestranza de Sevilla. Pasión, lágrimas, duelo y los fuegos fatuos que encenderán el Teatro Real del 29 de diciembre al 3 de enero. “Serán cinco actuaciones memorables y únicas, porque estará además Estrella Morente cantando e interactuando con los bailarines en el escenario”.