RALI CATALUNYA

Ogier vuela hacia el Mundial

Ogier atraviesa un tramo de El Molar (Tarragona) en la segunda jornada.

Ogier atraviesa un tramo de El Molar (Tarragona) en la segunda jornada.

XAVIER PÉREZ / SALOU

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Tic, tac, tic, tac. El reloj de Sébastién Ogier sigue dejando pasar poco a poco los segundos. Regular y sin errores, con precisión suiza pese a ser francés y correr con una marca alemana. Jaleado en los tramos por más de 200 trabajadores de la fábrica de Landaben (Navarra), centro de producción del Volkswagen Polo, desplazados al rali para festejar el título de marcas logrado en la cita de Alemania,

Ogier trazó magistralmente su plan de vuelo en la segunda etapa del RallyRacc. Mantuvo el liderato y la ventaja sobre su principal perseguidor y compañero de equipo, Jari-Matti Latvala, cediendo apenas nueve segundos y quedó en disposición de asaltar su segunda corona de la era postLoeb en la etapa del domingo. Ha ganado seis ralis en lo que va de año y una nueva victoria en Catalunya le daría automáticamente el campeonato.

Al francés de Volkswagen sólo le separan del título 72 kilómetros cronometrados y 156,48 de enlace (que también cuenta). La ventaja de 27,3 segundos con la que acabó el sábado la etapa le permiten seguir controlando la carrera. «Lo más importante es no cometer un error porque si te relajas puedes acabar perdiendo el rali. Y Luis os puede dar fe de ello», afirmó en la asistencia Ogier señalando a Luis Moya, asesor del equipo Volkswagen Motorsport en referencia a las victorias que se le escaparon en el último tramo al gallego en compañía de Carlos Sainz.

Difícil tramo de 50 kms

La etapa del sábado contó con un claro dominador. Latvala lo dio todo y se impuso en cuatro de los seis tramos del día, incluyendo una de las dos pasadas por la especial más larga de rali, Escaladei (50 kilómetros), que la mayoría de los pilotos encontraron muy complicada y resbaladiza sobre todo en los metros finales. A priori iba a ser el tramo clave de la carrera, y una prueba de fuego para los nuevos neumáticos Michelin Pilot Sport FW. Algunos pilotos recelaban que de que con el asfalto abrasivo no acabaran en las lonas (muy desgastados), pero aguantaron bien.

Los equipos también tuvieron que modificar los reglajes de las suspensiones y los frenos de los coches para adaptarlos de la tierra al asfalto para la etapa del domingo, y en esa faceta los Volkswagen encontraron el punto óptimo de progresión. Latvala mantuvo la presión en cada una de las especiales pero Ogier anduvo cauto pero sin fisuras, controlando el ritmo de carrera y evitando errores como los que cometió en los ralis de Francia y de Alemania.

La etapa concluyó el sábado con un tramo espectáculo en el paseo marítimo de Salou, repleto de aficionados, donde Mikkelsen (compañero de Ogier y Latvala) fue el mejor. No convenía cometer errores. «No he querido atacar mucho porque el resultado está siendo bueno. En la última jornada tampoco quiero tomar riesgos», sentenció el líder.

Sordo no se rinde

Dani Sordo arrancó en la etapa ocupando el séptimo puesto a casi minuto y medio del líder. Acabó el primer tramo del día llegó con una ligera pérdida de aceite en su Hyundai, lo que no le impidió acabar quinto de la especial. Los problemas de Kubica (primero rompió un palier antes de arrancar el tramo teniendo que hacer el primer bucle con el coche en malas condiciones y en la segunda pasada por Escaladei arrancó una rueda) y la mejora del ritmo en carrera le permitieron escalar posiciones.

En el tramo largo fue cuarto y se mantuvo entre los cinco mejores durante el resto de la jornada. Al final de la etapa, el piloto cántabro ocupó la quinta posición a poco más de dos minutos sobre Ogier y al llegar a la asistencia final se mostró algo más optimista que en la víspera. «El coche no nos ha dado ningún problema y hemos mantenido bien el ritmo, atacando en muchas ocasiones. El tramo largo estaba muy resbaladizo. La última etapa será muy importante, aunque el podio está un poco lejos. Pero nunca hay que arrojar la toalla», matizó el piloto de Hyundai.