FÚTBOL. REAL MADRID

Florentino elude el juicio de la afición

El presidente madridista entrega en el vestuario una réplica de la Cibeles a Casillas por sus 15 años en la entidad

Casillas posa junto a Florentino con la réplica de La Cibeles.

Casillas posa junto a Florentino con la réplica de La Cibeles.

ANTONIO MERINO
MADRID

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A escondidas, en el vestuario, junto a una vitrina de bebidas, delante de un reloj que marcaba las 22.45, es decir un cuarto de hora después de terminar el encuentro ante el Basilea. Ese fue el decorado que eligió Florentino para entregarle una réplica de La Cibeles a Iker Casillas por sus 15 años en el Madrid. En la escultura se podía leer la inscripción Iker Casillas 1999-2014.

No están las cosas como para exhibirse sobre el césped del Bernabéu y menos aún hacerlo junto a Casillas, el gran apestado de un sector del madridismo radicalizado y fácilmente manejable. Algo así debió pensar el presidente del Madrid, que quiso evitar que se repitiera la bronca de un sector de la grada que pidió su dimisión tras el derbi del sábado.

EL DOMINGO, ASAMBLEA / En medio de la crispación que se vive, entregar un premio a Iker en el centro del campo se hubiera entendido como una provocación. Por ello, Florentino se vio obligado a minimizar lo que tendría que haber sido un gran homenaje al mejor portero del mundo. Quizá ese sea uno de los asuntos que le echen en cara al dirigente en la asamblea de compromisarios del domingo, además de las salidas de Di María y Xabi Alonso o la llegada de James.

Mientras, algunos jugadores de la plantilla han decidido apoyar públicamente a Casillas. Es el caso de Sergio Ramos, que pide comprensión a la grada. «Iker vive con ello. Sabe que no le puede gustar a todo el mundo. No es un robot y es normal que esto le afecte. Entendemos que la gente esté jodida, pero debe tener sensibilidad y entender que nos gusta jugar en un clima cómodo, de apoyo y de alegría», declaró el defensa.

Una política a la que se unió Ancelotti, que recordó a Van Gaal cuando habló de querer ser «positivo» porque más que los pitos «escuchó los cánticos de la grada». El técnico italiano tendrá que lidiar con el profundo malestar de Arbeloa, rebajado en el escalafón hasta quedar como tercer lateral tras Carvajal y Nacho, y de Varane, por su suplencia ante el Basilea. El joven central no tiene ninguna intención de renovar. Sí lo hizo ya hasta el 2019 Benzema, que también anda mosqueado con los pitos del público. «Todos los grandes del Madrid han sido pitados en el Bernabéu, Ronaldo, Zidane, ahora Iker. El año pasado ya me pitaron. También lo han hecho en el Stade de France. Ya no me como la cabeza. Me dedico a jugar, amo el fútbol y estoy en el mejor club del mundo. Siempre se espera mucho de mí. Tengo que marcar en cada partido», declaró el delantero francés.