Empieza la partida

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MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Neymar pisó el pasado sábado el césped de la ciudad deportiva en su cuenta atrás para debutar oficialmente esta temporada con el Barça, superadas las paperas que le han tenido cuatro partidos de baja. Neymar ya hace vida normal, sumergido en la pretemporada en solitario que le han diseñado médicos y técnicos para recuperarlo lo antes posible con el objetivo de reaparecer este sábado en el Camp Nou ante el Málaga. Se acerca el 11 al campo, mientras el 10 (Messi) y el 9 (Suárez) lo han echado de menos en este inicio de curso ya que el tridente que llevó al Barça al triplete solo han coincidido juntos una hora este verano. Sucedió en el Gamper contra el Roma. Luego, la enfermedad del delantero brasileño alteró los planes de Luis Enrique, mientras el club, consciente del valor «estratégico y deportivo» de Neymar, ya trabaja en su renovación.

Todavía no ha recibido el alta médica el delantero, que no ha podido iniciar bien su tercer año en el Camp Nou. Ya es casi una tradición. En el primero, y después de una anemia y una operación de amígdalas, Martino lo tuvo en el banquillo en los tres primeros partidos. En el segundo, con la espalda dañada por el rodillazo del colombiano Zúñiga en el Mundial, unido a una lesión en el tobillo, Neymar solo pudo ser titular en el cuarto encuentro (Apoel). Y ahora, con paperas, vio desde su casa las dos Supercopas y el debut de Liga.

Pero Neymar, que ya hace vida normal desde el pasado fin de semana, espera acabar con tantos problemas físicos para emprender su tercera aventura en el Camp Nou después de convertirse en el mejor socio (39 goles firmó el brasileño en 51 partidos) de Messi en la última década.

«NO QUEREMOS QUE SE MARCHE»

 Neymar aprovechó su día libre ayer para pasar la jornada en la mesa de póquer tras celebrar el pasado lunes el cuarto aniversario de Davi Lucca, su hijo, a quien verá a diario porque Carol Dantas, la madre, ha decidido instalarse en Barcelona, según ha informado la prensa brasileña. A la fiesta de cumpleaños acudieron tanto Messi como Suárez. El brasileño, entretanto, se mantiene ajeno a las conversaciones que ya ha iniciado el Barça para renovar su contrato, que expira en el 2018, espantando así cualquier posibilidad de traspaso, pese al interés del United.

«No queremos que Neymar se marche. Es joven, queremos que se retire aquí. De aquí a unos meses hablaremos de su renovación», confesó el presidente Josep Maria Bartomeu al programa El Club de la Mitjanit de Catalunya Ràdio, insistiendo en ampliar el contrato del delantero (23 años) hasta el 2020, además de equipararlo al segundo nivel salarial de la plantilla, solo por debajo de Messi. «No habrá ningún fichaje más a no ser que haya una grave lesión», dijo el presidente, pese a que Luis Enrique no da nada por cerrado.

DESEQUILIBRIO Y GOL

 A Luis Enrique le interesa, y más después de la marcha de Pedro, recuperar el regate y el descaro de Neymar, que no solo proporciona goles sino que supone una excelente ayuda para desbloquear las ayudas defensivas que han ahogado a Messi en este inicio. Con el brasileño instalado en la otra punta del campo, la banda izquierda, el 10 no solo tiene una excelente línea de pase, unido al retorno de Jordi Alba que proporciona aire y profundidad, sino un enorme motivo de preocupación para el rival.

La gran eficacia exhibida por Neymar (39 goles) la pasada temporada le dejó tan solo por detrás de Ronaldo (61) y Messi (58). Pero el brasileño resultó, por ejemplo, mucho más decisivo que Benzema (22) o Bale (19) y ahora, cansado de ver fútbol por la tele, quiere volver al campo. Busca Ney empezar, al fin, la partida.

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