EL ABIERTO DE AUSTRALIA DE TENIS

Djokovic impone su juego de defensa

El número 1 elimina a Wawrinka en 5 sets y jugará la final

Djokovic celebra su clasificación para la final del Abierto de Australia, tras derrotar a Wawrinka.

Djokovic celebra su clasificación para la final del Abierto de Australia, tras derrotar a Wawrinka.

JAUME PUJOL-GALCERAN

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Por tercera vez, Novak Djokovic y Andy Murray se enfrentaran en la final del Abierto de Australia. En las dos anteriores ocasiones, en el 2011 y el 2013, el actual número uno mundial salió victorioso de la pista central Rod Laver Arena, igual que ayer hizo tras deshacerse en semifinales del último campeón, el suizo Stan Wawrinka, al que el tenista serbio se impuso tras tres horas y media por 7-6 (7-1), 3-6, 6-4, 4-6 y 6-0.

Pero si en Australia la ventaja es para Djokovic, en las otras dos ocasiones en que Murray ha jugado por un título de Grand Slam, el victorioso ha sido el escocés, que ganó a Nole en la final del Abierto de Estados Unidos del 2012 y en la final de Wimbledon del 2013, donde puso fin a una racha de 77 años sin que en el All England Tennis Club de Londres se viera levantar la copa a un tenista británico, desde que Fred Perry ganó por última vez en 1936.

CAPACIDAD DEFENSIVA / Djokovic se escapó en semifinales de una nueva derrota ante Wawrinka en Melbourne, como le sucedió el año pasado, cuando cayó en cuartos. El tenista suizo le  forzó a otro partido maratoniano del que el número 1 mundial escapó de la eliminación gracias a capacidad de defensa (solo 49 errores no forzados, contra 69) y a su efectividad en el servicio (70% de puntos ganados con el saque), a pesar de que Wawrinka le superó en los golpes ganadores (42 contra 27), en los aces (10 contra 5) y en los break points convertidos (63% contra 41%).

Pero Djokovic supo sacar petróleo en los momentos complicados, como en el primer set, que se apuntó en el tie break con contundencia (7-1) tras salvar un break point que hubiera dado el 5-3 al suizo.  Y en el tercer set, en el que volvió a tomar ventaja en el marcador después de ser vapuleado en el segundo por Wawrinka. Y, finalmente, en el quinto y definitivo, en el que se mostró muy sólido y que cerró sin perder un juego.

«Mentalmente estaba muerto y sin baterías. Estoy pagando el precio  de acabar la temporada muy tarde por la Copa Davis. De juego me sentía bien y lo he tenido todo para ganar, pero no lo hice», valoró Wawrinka, decepcionado.

ELOGIOS A  MURRAY / Tampoco estaba demasiado satisfecho Djokovic de su juego. «No he estado al nivel esperado. Ha sido un sube y baja. Momentos con buena actitud y otros en los que estuve demasiado defensivo. Ha sido una batalla intensa pero en los momentos decisivos, especialmente en el quinto set, he conseguido imponer mi juego», explicó Djokovic.

Mañana le espera al serbio una batalla parecida con un rival como Murray, al que conoce desde los 12 años. «Nuestro juego es similar y eso hace que la final vaya a ser muy dura. Andy es uno de los mejores restadores del circuito y un experto en el contrataque», dijo Djokovic.

Pero esa igualdad que vaticina el tenista serbio no lo es tanto, ni por el historial (siete Grand Slams contra dos para el escocés) ni en los enfrentamientos entre ambos, 15-8 para Djokovic, que ayer igualó el récord de finales en Australia, con cinco -como Stefan Edberg y Roger Federer-, de las que ha ganado cuatro, mientras que Murray ha perdido las tres que ha disputado.