PROGRAMACIÓN

La Tàpies se alía con el cine y la danza para atraer nuevos públicos

A la izquierda, una de las obras que se exhibirán de Maiolino. A la derecha, 'Complementaris', de Tàpies.

A la izquierda, una de las obras que se exhibirán de Maiolino. A la derecha, 'Complementaris', de Tàpies.

GEMMA TRAMULLAS
BARCELONA

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La Fundació Tàpies vive momentos contradictorios. La reapertura del edificio de la calle Aragó en marzo pasado (tras dos años de obras) fue un éxito, la media diaria de visitantes ha aumentado de los 250 del 2007 hasta más de 300 y la institución estrena logotipo. Sin embargo, para que cuadren los números, la dirección se ha visto obligada a reducir el horario de apertura hasta las siete de la tarde (antes era a las ocho), a espaciar las exposiciones en el tiempo y a potenciar el programa de actividades con sesiones de cine, danza y música que atraigan nuevos públicos.

«Así vamos tirando», comentó ayer el gerente, Guillem Peiró, cuya intervención protagonizó la presentación de la programación para la temporada 2010-2011. La situación aún no es grave y no ha habido que renunciar a ninguna exposición aunque la larga duración de las obras obligó a retrasar varios proyectos y las tres muestras previstas para este curso aún pertenecen al legado de la antigua directora de exposiciones, Nuria Enguita.

La actual directora, Laurence Rassel, tomó el legado de Enguita y lo desarrolló, empezando por la primera retrospectiva europea que se le dedica a la artista brasileña Anna Maria Maiolino y que abrirá la temporada el 14 de octubre. Nacida en Italia en 1942 pero formada en Brasil, la obra de Maiolino indaga en la mujer migrante y en la sociedad patriarcal. Dos semanas antes de la inauguración, la artista convertirá una de las salas de la Tàpies en su estudio y trabajará en una instalación de barro. Todos los sábados hasta el mes de enero, la compañía It Dansa actuará dentro de una de las piezas de gran formato de Maiolino.

ARANBERRI Y NOGUERA / Tras ella, en enero, se abrirá la muestra dedicada al creador vasco Ibon Aranberri, que en el 2007 participó en la Documenta de Kassel (la cita mundial del arte), y en mayo será el turno del catalán Pere Noguera. El programa expositivo se completa con distintas selecciones de la obra de Antoni Tàpies. La primera se exhibirá el 5 de octubre. Como el espacio central de la fundación estará ocupado por los preparativos de la exposición de Maiolino, el público que acuda a la fundación entre el día 5 y el día 14 podrá acceder gratis al edificio y ser testigo del trasiego de la artista.

Antes de eso, el día de la Mercè ofrece también la oportunidad de entrar gratuitamente y disfrutar del nuevo programa de actividades. El reclamo del día 24 es la proyección en sesión familiar de L'Auberge du Bon Repos (1903), de Georges Méliès, una comedia en la que los objetos cobran vida y que ayuda a entender el uso de que hace Tàpies en sus obras de los objetos cotidianos.

«Queremos consolidar nuestra relación con públicos diversos», afirmó la directora de exposiciones, Laurence Rassel. La Tàpies depende en más del 45% de subvenciones y, vistas las dificultades para cobrar, tiene que aumentar como sea los ingresos propios que, entre venta de entradas y espónsors, no llegan al 35%. La idea es que la familia Tàpies también pueda dejar cuanto antes de aportar dinero a la institución.

La Fundació Tàpies, que cumple 20 años, también ha cambiado su logotipo. La obra Núvol y cadira, la misma que corona la fachada, deja de ser la imagen del centro, que a partir de ahora consistirá en un juego de combinaciones de los signos más utilizados por Tàpies en su obra.