UNA historia de ciutat vella

Petrixol, arte y repostería en la primera vía peatonal

Diferentes artistas frecuentaron durante años las granjas y galerías de la pequeña calle

Arte 8 Las mayólicas son características de la calle de Petritxol.

Arte 8 Las mayólicas son características de la calle de Petritxol.

BEATRIZ PÉREZ / BARCELONA

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Mide apenas 129 metros de largo y 3 de ancho, pero sus paredes y pavimento rezuman historia. Unos jovencísimos Pablo Picasso y Monserrat Caballé la visitaban con frecuencia cuando todavía eran personajes anónimos. Es la calle de Petritxol, paralela a las Ramblas, que une la calle de la Portaferrissa con la emblemática plaza del Pi.

La primera referencia que existe de Petritxol data de 1292. "Al principio era una calle sin salida —explica Joaquín Conesa, de la papelería Conesa, en el número 10, con más de 60 años de historia—. En 1465, se derribó por fin la casa que le impedía el paso a la Portaferrissa". Se desconoce el origen de su nombre. Puede ser que haga referencia al apellido de alguna familia de la época o a la pedritxa, una especie de piedra que forman las aguas demasiado calizas.

Fue en los siglos XVII y XVIII cuando se instalaron en Petritxol las primeras chocolaterías y pastelerías. Y la tradición continúa. "Junto a las galerías de arte, las granjas son lo que más abunda en la calle", reconoce Conesa. En su corto trazado hay más de 30 establecimientos.

Una de las granjas más celebres es La Pallaresa (en el número 11), inaugurada en 1947. "Antiguamente, era una vaquería —cuenta Cristóbal Tenllado, uno de sus dueños—. Las vacas iban a beber a una fuente de la avenida del Portal de l'Àngel". A la Granja Dulcinea acudían Salvador Dalí y Àngel Guimerà, quien vivió en el número 4, tal y como reza una mayólica en la pared. Estas inscripciones de cerámica que explican historias del barrio son otro de los elementos característicos de Petritxol.

La Sala Parés (número 5) es quizás el establecimiento más importante de la vía. "Abrió sus puertas en 1877. Aquí expusieron Santiago Rusiñol, Ramón Casas...", cuenta Josep Nus, gerente de esta galería de arte. Pablo Picasso llegó a Barcelona en 1898, con apenas 17 años. "Su primera exposición de acuarelas fue en la Parés —desvela Nus—. No vendió ni una".

También Montserrat Caballé frecuentó la calle, pues trabajó en 1950 en la Casa Comella, una fábrica de pañuelos. En 1959 se eliminaron las aceras y Petritxol se convirtió en la primera calle íntegramente peatonal de Barcelona. La asociación de vecinos de la calle, creada en 1947, también fue la primera de la ciudad.