A LAS 6.00 HORAS

La ESA se prepara este jueves para recibir una señal de la sonda Philae

Es una oportunidad de comunicarse con el aparato, que se mantiene en silencio desde que se agotó su batería tras un accidentado aterrizaje el 12 de noviembre

ATERRIZAJE DEL MÓDULO PHILAE SOBRE LA SUPERFICIE DEL COMETA 67P/CHURYUMOV-GERASIMENKO

ATERRIZAJE DEL MÓDULO PHILAE SOBRE LA SUPERFICIE DEL COMETA 67P/CHURYUMOV-GERASIMENKO / jrp

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La Agencia Espacial Europea (ESA) se prepara este jueves 12 de marzo, a las 06.00 horas (hora peninsular española), para recibir la señal del aterrizador Philae. Se trata de la oportunidad de comunicarse con el aparato, que se mantiene en silencio sobre la superficie del cometa 67P desde que se agotó su batería tras un accidentado aterrizaje el 12 de noviembre.

"Philae recibe, actualmente, aproximadamente el doble de la energía solar que en noviembre del año pasado", ha explicado el gerente del proyecto Stephan Ulamec, del Centro Aeroespacial Alemán (DLR). El cometa está ahora a tan sólo 300 millones de kilómetros del Sol.

"Probablemente, todavía hace demasiado frío para que el módulo de aterrizaje se despierte, pero vale la pena intentarlo. Las perspectivas mejorarán con cada día que pasa", ha añadido el experto.

Varias condiciones se deben cumplir para que Philae vuelva a funcionar y pueda trabajar. En primer lugar, el interior del módulo de aterrizaje debe alcanzar por lo menos los -45ºC. En su nuevo lugar de aterrizaje -- conocido como Abydos--. Hasta allí sólo llega un poco de luz solar, y las temperaturas son considerablemente más bajas que en el lugar de aterrizaje previsto originalmente. Además, el módulo de aterrizaje debe ser capaz de generar al menos 5,5 vatios utilizando sus paneles solares para despertar.

Los responsables de la misión han indicado que Philae no ha permanecido inactivo durante la hibernación: "está diseñado para que haya utilizado toda la energía solar disponible para calentarse", ha apuntado Koen Geurts, desde el Centro de Control de DLR. Tan pronto como "se de cuenta" de que está recibiendo más de 5,5 vatios de potencia y su temperatura interna está por encima de -45ºC, se encenderá, se calentará más y tratará de cargar su batería.

Una vez despertado, Philae encenderá su receptor cada 30 minutos para detectar una señal de la nave Rosetta. Esto también se puede realizar en un estado de energía muy bajo. "En este momento, todavía no sabemos si el módulo de aterrizaje está despierto", dice Geurts. "Para enviarnos una respuesta, Philae también debe girar su transmisor, lo que requiere energía adicional", ha destacado.

Según ha apuntado, podría ser que el módulo de aterrizaje haya despertado de su sueño invernal a 500 millones de kilometros de distancia, pero todavía no tiene el poder suficiente para informar al equipo en la Tierra. Philae necesita un total de 19 vatios para ser operativo y permitir la comunicación de dos vías.

Se alimenta a través de sus paneles solares

En primer lugar, hasta el 20 de marzo, el orbitador Rosetta estará transmitiendo al módulo de aterrizaje para escuchar una respuesta. El momento más probable para el contacto es durante los 11 sobrevuelos donde la ruta de la nave la pone en una posición especialmente favorable con respecto al módulo de aterrizaje cuando Philae está ante la luz del sol y se alimenta a través de sus paneles solares. La comunicación se intentará continuamente porque el entorno de Philae podría haber cambiado desde el aterrizaje en noviembre del 2014.

Los ingenieros de DLR han enviado nuevos comandos para el módulo de aterrizaje que optimizarán la calefacción y proporcionarán un ahorro de energía para mejorar sus posibilidades de comunicación con la Tierra. Incluso si Philae no tiene la energía suficiente para responder, podría recibir y ejecutar estos comandos. Esto se conoce como "mando a ciegas" por los ingenieros.