Más radares en BCN tras subir los siniestros

La disminución de vehículos ha aumentado la velocidad de los conductores, y esta es la principal razón por la que se están produciendo más accidentes. Así lo cree la Guardia Urbana, y con el ánimo manifiesto de reducir las cifras de siniestralidad ha puesto en marcha una campaña para concienciar a los conductores y reducir los incidentes en las calles de la ciudad. Una iniciativa que se traduce en más controles.

Estos afectarán a vías lentas y rápidas. En el primer caso, se incidirá en laszonas 30, donde de manera itinerante habrá controles con radares dotados de láser para comprobar que se respetan esos 30 por hora.

En el segundo, se intensificará la presencia de coches con radares en las intersecciones más conflictivas, principalmente en las que el tráfico y velocidad son mayores, como las calles de Aragó y Balmes, las avenidas Meridiana y Diagonal y la Gran Via. En estos puntos, los vehículos policiales fotografiarán a los infractores, que serán detenidos pocos metros más adelante por agentes en moto, quienes aplicarán al instante la correspondiente denuncia, con sanciones de 100 a 600 euros y una posible retirada de puntos. Según explicó el portavoz e intendente de la Guardia Urbana, Carles Reyner, los radares móviles y la denuncia inmediata son una buena medida para hacer respetar los límites: «El corto espacio de tiempo desde la infracción a cuando se recibe la denuncia tiene un efecto psicológico más importante y entendedor para el conductor, y también aleccionador para el resto de vehículos que lo ven», aseguró.

Según datos municipales, en este primer trimestre hubo 44 accidentes en los que el exceso de velocidad tuvo un papel determinante, el 57% más que en el mismo periodo del 2011, cuando se registraron 28 de las mismas características.

Reyner explicó también que en laszonas 30 la mayoría de accidentes son por un exceso de confianza de peatones, ciclistas y conductores. En la rondas y en las vías importantes, los siniestros suben cuando hay más tráfico, por la mañana al ir al trabajo y a las escuelas, y por la tarde de regreso, pero son más graves de noche, cuando circulan menos coches y se corre más.