Un fallo informático siembra dudas sobre un sorteo de pisos protegidos

Los pisos protegidos de las torres Cúbics, el proyecto estrella investigado por el caso Pretoria de corrupción urbanística en Santa Coloma de Gramenet, han creado una nueva polémica. Un error informático en el sorteo de las viviendas de alquiler, organizado el lunes en el teatro Segarra, levantó la ira de algunos asistentes, que han pedido impugnar todo el proceso.

La empresa privada Cevasa, que compró hace dos años el inmueble, tuvo un revés en la celebración de su primer sorteo. En el acto, al que acudieron unas 300 personas, se extraían las bolas del bombo con los números asignados en una lista previa. Junto al bombo, una pantalla mostraba los DNI de los afortunados. El error consistió en que los números de documento que aparecían en la pantalla no coincidían con los asignados a cada aspirante.

El fallo generó confusión y algunos solicitantes pidieron al notario detener de inmediato el sorteo. «Se acercaron varias personas a decir que se tenía que corregir el fallo, pero el notario respondió que su labor era verificar la extracción de las bolas y nada más», cuenta Sergio Costa, uno de los afectados.

La empresa Cevasa asegura que el error se produjo porque la compañía subcontratada que organizó el acto quiso instalar las pantallas para mostrar también los números de los DNI de los ganadores. «El incidente no afecta la transparencia del sorteo porque lo determinante era el orden en que se extraían las bolas», explicó un portavoz de la compañía, que se niega a repetir el proceso.

Pero quienes no ganaron creen que un sorteo público no debe dar cabida a equivocaciones. «Pensaba que había ganado porque mi DNI apareció en la pantalla. Después me di cuenta de que no», dice Sergio Giménez, de 26 años. Al final del sorteo, un grupo de participantes decidió acudir a los juzgados para denunciar la irregularidad y pedir la anulación del proceso. Los funcionarios judiciales les explicaron que tenían pocas posibilidades de ganar y desistieron de poner una demanda.

LISTA INCORRECTA/ Pero el error informático no fue el único escollo que enturbió el sorteo. Enric Molina quiso optar a un piso de dos habitaciones pero fue incluido en las listas de viviendas de una habitación, destinadas a una o dos personas. «Vivo con mi pareja pero los fines de semana también estoy con el hijo de mi matrimonio anterior. Me dijeron que si no estaba empadronado conmigo, tenía que optar por una habitación. Ahora siento mucha rabia porque en la lista de dos habitaciones no hubo demanda suficiente y todos los que optaron, ganaron», explica Molina.

Los pisos de entre 36 y 67 metros cuadrados, con plaza de párking incluida, tienen un precio de alquiler de entre 425 y 725 euros, unas cantidades inferiores a las del mercado libre para una finca nueva.