CONFLICTO URBANÍSTICO EN LES CORTS

Expropiación X

Los inquilinos de dos fincas de la calle de Entença critican que BCN derribe sus pisos, en perfecto estado, por un plan que no entienden

Los afectados 8 Vecinos de Entença en su terrado, frente al bloque de lujo que están levantando al lado.

Los afectados 8 Vecinos de Entença en su terrado, frente al bloque de lujo que están levantando al lado.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Margarida Marsal muestra orgullosa su luminoso ático en la calle de Entença, donde vive con su marido, autor de las muchas pinturas que decoran las paredes, desde el año 1958. "Cuando nos mudamos pagábamos 1.500 pesetas de alquiler y nos decían que estábamos locos, pero mira, los precios no bajaron, no, y aquí estamos estupendamente", explica la mujer, quien ahora paga unos 200 euros. La de Margarida es una de las 50 familias que viven en las fincas 239 y 241 de dicha calle, edificios que, pese a no pertenecer a la barriada, ni tener su morfología, están afectados por el plan urbanístico de la Colònia Castells. "El ayuntamiento va a tirar nuestras casas, en perfecto estado, sin ninguna necesidad. ¿Qué sentido tiene hacer eso?", añade Ángeles Galán, también jubilada, como casi todos en la finca.

Ambas, junto al 80% de sus vecinos -han hecho una encuesta-, todos de alquiler, están en pie de guerra. No quieren abandonar sus confortables pisos para ser trasladados a otros "de peor calidad". "No queremos perder calidad de vida por una operación urbanística totalmente injusta", subrayan.

El malestar de estos vecinos se ve incrementado al ver cómo, pegada a su finca, en el solar que dejó vacío el derribo de la primera hilera de casas de la colonia, se está construyendo una torre de pisos de lujo, más alta que la suya, junto al nuevo edificio de la escuela Paideia. Los pisos en los que les prevén realojar, que se están levantado con el dinero obtenido de la venta de ese mismo solar, estarán listos en diciembre de este año y el municipio prevé terminar los realojos en el 2017.

Decisión tomada en pleno

En el PGM del 1976 el solar de la finca aledaña estaba calificado de zona verde, pero en diciembre del 2013 el pleno municipal aprobó, con la abstención de ICV y el PP, permitir la construcción de la escuela, modificación que también abría la puerta a que un privado levantara pisos de venta libre, como está sucediendo.

Los pisos en los que van a realojar a Margarida y Ángeles cuentan con mejores condiciones que las casas de la colonia, para los que fueron pensados , pero a sus ojos peores que los de estas familias. "No se pueden comparar las construcciones nuevas con estas", insisten los afectados, que ven un sinsentido de tirar unas fincas nuevas, "y menos para construir encima". Así lo denuncian en sus puertas en unas pizarras que, imitando una carta, exponen un irónico "Menú Trias. Entrantes: arroz de la casa de 100 metros por otro de 60 metros".

Fuentes municipales defienden que a principio de su mandato quisieron "redefinir" el programa de realojos y que "todos los grupos decidieron seguir con el plan pactado". El concejal de Urbanismo y de Les Corts, Antoni Vives, respondió hace unas semanas a los vecinos que "no hay marcha atrás". "El coste de no hacer nada es más elevado que el de hacer algo. Lo que haremos es pisar el acelerador para limitar el tiempo de sufrimiento de las familias y esta situación de provisionalidad que se ha alargado demasiado", apuntó el concejal, quien insiste en que hablará "con las familias todas las veces que haga falta". Una de las principales quejas de los vecinos es su sentimiento de desamparo.

Sobre lo que aún son sus casas, el municipio, según el actual plan, debería abrir una zona verde y levantar un bloque de pisos de protección oficial, aunque presumiblemente por el momento, hasta que haya dinero o necesidad, será una "zona verde". O un solar.