Un juego con 12 edificios de barcelona

Conversaciones de fachada

El arquitecto Oscar Tusquets se presta aquí a poner diálogos a algunas fachadas de la ciudad recogidas en el libro 'Discordias barcelonesas' del fotógrafo Gabi Beneyto.

Conversaciones de fachada_MEDIA_1

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NÚRIA NAVARRO

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Cuenta el arquitecto Oscar Tusquets que a sus colegas de Londres y París les divierte la «discordia» del Eixample. En sus ciudades hubo arquitectos que aplicaron esa homogeneidad que corta la respiración a la plaza Vendôme, o notables como el conde de Bedford, que dejó inscrito su maniático sentido de la armonía clásica en la plaza de Bloomsbury que lleva su nombre.

¿Hay que lamentarlo? En absoluto. En El triunfo de las ciudades, Edward Glaeser, experto en urbanismo, explica que hubo un momento en que «Nueva York fue una jam session caótica pero espléndida en la que unos músicos apenas prestaban atención a lo que sucedía a su alrededor». También en Barcelona la osadía de la burguesía permitió que algunos arquitectos rivalizaran en originalidad y sorpresa, y que otros de estilo más innoble o más urgente se fueran sumando al plano. Todos definen el espíritu de la ciudad. De hecho, el arquitecto Carlos Ferrater considera que «la disonancia sobre el orden de la malla puede resultar una consonancia rica y armónica como sucede en la famosa manzana de la discordia[la travesía de paseo de Gràcia, entre Consell de Cent y Aragó]». «Las diferentes interpretaciones a lo largo del tiempo, si atienden a lo esencial de la construcción de la ciudad, contribuyen a enriquecer la sinfonía urbana», añade.

Para escuchar esa sinfonía, basta con guardar el smartphone en el bolsillo, aminorar el paso y mirar con curiosidad de la buena. Eso hizo el fotógrafo Gabi Beneyto (Barcelona, 1968), y durante dos años fue retratando más de mil fachadas, hasta encapsular 400 en un libro espléndido, Discordias barcelonesas (ED3D). «Si las miras todas juntas, como formando un patchwork–explica con entusiasmo de descubridor–, ves que Barcelona tiene una tonalidad azulada, quizá por el reflejo del mar en tantísimos cristales».

No fue fácil su captura. Algunas tomas resultaron técnicamente muy puñeteras por culpa de las ramas de los árboles –«me hice con un calendario de poda para ir volando al edificio cuando pasaban los de parques y jardines»–,

farolas, cabinas de la ONCE y rayos de sol con ganas de jota. Y luego tuvo que limpiar miles de banderas de los balcones y dejarse las pestañas en los archivos para averiguar los autores y los años, y las emparejó para que entablaran conversación. Lo que se dicen algunas de ellas, lo imagina en estas páginas Tusquets.

Suites Avenue 83 Luxe. 2009. Paseo de Gràcia, 83. Toyo Ito Casa Milà. 2009. Paseo de Gràcia, 92. Antoni Gaudí

Suites Avenue 83 Luxe. 2009. Paseo de Gràcia, 83. Toyo Ito Casa Milà. 2009. Paseo de Gràcia, 92. Antoni Gaudí

HOMENAJE AL MAESTRO. Toyo Ito –arquitecto coreano de origen japonés– idolatra a Gaudí. Tanto que incluso los responsables de la Sagrada Familia lo utilizaron en el 2007 como voz autorizada contra el paso bajo el templo del túnel del AVE (luego él se arrepintió). Como su precursor de Reus, el Premio Pritzker rinde culto a la arquitectura orgánica. Y un ejemplo es la fachada de los apartamentos de lujo Suites Avenue, el origami de acero que tanto disgusta a Oscar Tusquets (como se aprecia en el diálogo de la izquierda). En ella Ito quiso «reflejar la fluidez como si fueran olas y así corresponder con las de la Pedrera». Este último edificio es un prodigio sin discusión y el otro fue elegido por Harrison Ford y señora para pernoctar.

LA PEDRERA: «Soy chulísima, soy la fachada más genial, más popular y más fotografiada de la ciudad».

SUITES AVENUE 83: «Ya, por esto mi arquitecto, como buen japonés, te hizo este homenaje».

LA PEDRERA: «Pero ¿no se daba cuenta de que esta parodia podía estar bien en cualquier lugar menos enfrente mío? ¿Que comparada con mis olas pétreas (¿o son mechones de la cabellera de una mujer?) tu laminilla superpuesta a un vulgar muro cortina iba a quedar ridícula y que solo el papanatismo de nuestro ayuntamiento podía autorizar algo tan absolutamente opuesto a las Ordenanzas del Eixample?».

Casa Espona. 1935. Roger de Llúria, 126. Raimon Duran i Reynals Casa Cardenal. 1935. Roger de Llúria, 132-138. R. Duran i Reynals

Casa Espona. 1935. Roger de Llúria, 126. Raimon Duran i Reynals Casa Cardenal. 1935. Roger de Llúria, 132-138. R. Duran i Reynals

UN AUTOR, DOS ENFOQUES. La gracia de esta pareja de vecinas tan distintas es que son del mismo arquitecto y del mismo año (1935). ¿Explicación? Durante la República, Duran i Reynals estuvo influido por el racionalismo –se adhirió al Gatepac en 1931–, pero no disimuló su escepticismo en la Casa Cardenal, uno de los primeros edificios funcionalistas, mientras que en la Casa Espona mezcló la escuela de Chicago con un cierto clacisismo renacentista, que sería tendencia en la arquitectura barcelonesa de los años 40. ¿Por qué esa facilidad de mudanza? La vieja formación ‘noucentista’ de Duran i Reynals le otorgaba cintura en caso de que el cliente lo requiriera. Así, Loewe quiso instalarse en la planta baja de la Casa Lleó Morera, de Lluís Domènech i Montaner, y él emprendió en 1943 una reforma agresiva, cargándose las ninfas de Eusebi Arnau, y los espectaculares suelos y techo. Su mancha en el expediente.

CASA ESPONA: «Soy obra de un arquitecto notabilísimo que llenó Barcelona de fachadas elegantísimas. Me proyectó antes de la guerra, cuando podía utilizar un estilo racionalista muy sofisticado». CASA CARDENAL: «Yo estoy cerquísima tuyo, soy hija del mismo arquitecto. No soy racionalista, pero a mi creador le pareció que quedaba digna frente a la Diagonal (lo que demuestra que su eclecticismo no proviene de una sumisión al franquismo)».

Institut Français. 1974. Moia, 8. José Antonio Coderch Torres Europa. 2008. Plaza de Europa, 1-3. Alonso-Balaguer

Institut Français. 1974. Moia, 8. José Antonio Coderch  Torres Europa. 2008. Plaza de Europa, 1-3. Alonso-Balaguer 

CRUZADO MÁGICO. El Institut Français es una celosía compuesta por lamas verticales que un José Antonio Coderch obsesivo planificó en el solar donde hasta la segunda guerra mundial estuvo el colegio alemán de Barcelona. Y las Europa –tres torres residenciales que juegan con la reflexión de las imágenes, del estudio de Alonso-Balaguer– apuestan por la horizontal. «Son sobriedad a través del desorden ordenado, en contraposición al orden ordenado del gran Coderch», explica Luis Alonso desde Chile.

INSTITUT FRANÇAIS: «Soy hija del mejor arquitecto de la posguerra. No hace falta que sea toda de cristal. Mis estrechas aberturas y mi gruesa fachada iluminan suavemente el interior y facilitan compartimentarlo». TORRES EUROPA: «Yo soy hija del equipo más prolífico de hoy en día. A diferencia de ti, me muevo en horizontal y con una libertad que me sitúa en la más rabiosa actualidad».

Mercury. 2006. Plaza Gal.la Placidia, 59. Òscar Tusquets Casa Rodríguez Arias. 1931. Via Augusta, 61. G. Rodríguez Arias

Mercury. 2006. Plaza Gal.la Placidia, 59. Òscar Tusquets  Casa Rodríguez Arias. 1931. Via Augusta, 61. G. Rodríguez Arias

RELACIÓN ENTRE GRANDES. Germán Rodríguez Arias (1902-1987), introductor del racionalismo en Catalunya, impuso en su edificio ligeros movimientos sobre balcones y ventanas para producir asimetrías. A Tusquets le ofrecieron reformar el vecino Mercury y diseñó una doble cortina para que, gracias a la luz, tuviera un tono similar a la vecina, sin competir.

CASA RODRÍGUEZ ARIAS: «Soy guapa de verdad, obra de uno de los grandes arquitectos del Gatepac. Tras la guerra, mi padre se exilió a México y Chile, como tantos otros, pero regresó a Eivissa, donde siguió haciendo obras modestas pero sensibles». EDIFICIO MERCURY: «Yo soy tu vecina y su autor ha hecho un desesperado intento por rendirte culto. El arquitecto que me ‘modernizó’ hace pocos años hizo lo imposible por demostrar lo que te amaba».

Oficinas Seguridad Social. 2011. Arc del Teatre, 63. BCQ Casa Damians. 1929. Pelai, 54. Mas / Ferrés / Homs

Oficinas Seguridad Social. 2011. Arc del Teatre, 63. BCQ  Casa Damians. 1929. Pelai, 54. Mas / Ferrés / Homs

DUELO GENERACIONAL. A la izquierda, la caja metálica flotante en pleno Raval de BCQ (estudio integrado por David Baena, Toni Casamor, Maria Taltavull y Manel Perizáñez), que tuvieron que negociar la orientación de las oficinas con la trama urbana y cubrieron la necesidad de luz con ventanales protegidos con lamas de aluminio. Su rival despliega el poderío del hormigón armado. El edificio art decó que ocuparon los almacenes El Siglo y que hoy aloja a C&A, mezcla elementos clásicos de Ignasi Mas (firmó la fachada de la Monumental), reinterpretados después con grandes vidrieras convexas de Eduard Ferrés (autor del Hotel Ritz) que fueron una solución de modernidad a finales de los años 20. La coronación con cúpula de vidrio y hierro la aproximó a las tendencias expresionistas del momento (recomendable subir al último piso).

OFICINAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL: «Soy minimalista, pura, limpia, razonable». CASA DAMIANS: «Soy maximalista, impura, contaminada... y a mucha honra».

Santa Caterina. 2006. Francesc Cambó s/n. Miralles / Tagliabue Viviendas. 1859. Plaza Reial. Francesc Daniel Molina

Santa Caterina. 2006. Francesc Cambó s/n. Miralles / Tagliabue  Viviendas. 1859. Plaza Reial. Francesc Daniel Molina

EL ENTORNO CUENTA. El matrimonio Miralles-Tagliabue arriesgó en la reforma del mercado de Santa Caterina, pero tuvo en cuenta dónde edificaba –en el Casc Antic–, y en el edificio de viviendas anexo jugó con las ventanas de madera, que están presentes en la plaza Reial, obra de Francesc Daniel Molina i Casamajó inspirándose en las plazas mayores españolas.

EDIFICIO DE VIVIENDAS: «Soy la envolvente de la plaza más bella de la ciudad. Soy ordenada y repetitiva porque estoy proyectada a partir del espacio público». EDIFICIO SANTA CATERINA: «También yo estoy proyectada de fuera adentro. ¿O te crees que el gran arquitecto que me dibujó movió mis ventanas en función de las habitaciones que iluminaban? El espacio que tú encierras es geométricamente puro, el que encierro yo es caótico pero atractivo».