El conflicto político

PSC e ICV se quedan solos en el acto de la firma de un texto antixenófobo

Representantes de entidades sociales del barrio, ayer, durante la lectura del manifiesto contra la xenofobia.

Representantes de entidades sociales del barrio, ayer, durante la lectura del manifiesto contra la xenofobia.

ROSA MARI SANZ / Barcelona

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Lo que tenía que ser un acto degermanor, PP aparte, entre el PSC, ICV-EUiA, CiU y ERC, se convirtió ayer en una polémica en toda regla que restó protagonismo al qué: la firma de un manifiesto impulsado por entidades del Raval en el que los cuatro grupos se han implicado en los últimos meses y que les compromete, entre otras cosas, a eliminar cualquier idea xenófoba de sus discursos y a no hacer de la inmigración un tema de confrontación política. La primera en la frente. Porque el paseo que el alcalde Hereu y elpresidentMontilla organizaron por Ciutat Vella justo tras el acto de adhesión a este manifiesto fue el argumento por el que los nacionalistas desistieron de suscribirlo y los republicanos, que sí lo refrendaron, optaron por no acudir a la escenificación.

Hereu y el ecosocialista Ricard Gomà, socios en el gobierno municipal, se quedaron solos una vez más. En una abarrotada sala del Cidob, en el barrio del Raval, con la presencia de decenas de representantes de entidades sociales del barrio, el portavoz de la mesa y uno de los impulsores de la iniciativa, Javier Alegría, lamentó la falta de asistencia de unos y la negativa a firmar de otros, aunque aseguró que siempre estarán abiertos a que lo suscriban dada «la importancia» de un texto que compromete a los grupos, entre otras, a «excluir de sus discursos la exposición de ideas consideradas ofensivas, despectivas (...) o que atenten contra los derechos fundamentales, referidas a personas de otras etnias o nacionalidades».

«INSTRUMENTO ELECTORAL» / Unos compromisos que apoya CiU, pese a que no tiene previsto, por el momento, rubricar. El portavoz municipal de los nacionalistas, Joaquim Forn, subrayó ayer que su grupo está «absolutamente de acuerdo» con el contenido del texto, pero el hecho de que en su opinión, al igual que la del republicano Jordi Portabella, el PSC convirtiera ayer «el tema migratorio en un instrumento electoral» con el paseo de Hereu y Montilla les hizo desistir de la adhesión.

En el caso del PP no hubo sorpresa alguna. Ni se le esperaba. En opinión del líder municipal de los conservadores, Alberto Fernández Díaz, para hablar de inmigración hay que recordar «que los inmigrantes también tienen deberes, como cumplir la ley, adaptarse y respetar a aquellos que los acogen».

Los que sí acudieron, Hereu y Gomà, que no entraron el polémica por las ausencias y mostraron su deseo de que el documento acabe siendo refrendado por todos los grupos políticos, agradecieron lo que calificaron de una «invitación al compromiso» y coincidieron, una vez más, en señalar el bario del Raval como «un ejemplo de convivencia y un modelo de interculturalidad».

Quien sí entró en polémica fue el portavoz del grupo municipal del PSC, Francesc Narváez, quien le dio la vuelta a la tortilla asegurando que «el Raval y la ciudad no se merecen la actitud electoralista de nadie».