LA BARBARIE YIHADISTA

Hablan las esclavas del Estado Islámico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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«Nos violaban hasta cinco veces al día. Una chica se cortó las muñecas, pero como no se moría, se cortó la garganta. Los soldados dijeron que era mi amiga y debía identificarla. No pude, no quedaba mucho de su cara. La envolvieron en una sábana y la tiraron a la basura». Quien habla es Bushra, una de las tres jóvenes yazidís que lograron escapar de los combatientes del Estado Islámico (EI) después semanas de abusos torturas. Las tres, Munira, de 16 años, Bushra, de 21 y Noor, de 22, han viajado a Inglaterra para contar, de primera mano, las atrocidades sufridas.

Los yazidís son una comunidad de medio millón de habitantes que vive en el norte de Irak. Cuando los yihadistas llegan a un pueblo ejecutan a los hombres y toman a las mujeres como esclavas sexuales. Se calcula que hay unas 5.000 muchachas cautivas. «Un doctor y una enfermera nos examinaron y separaron a las vírgenes de las mujeres casadas. A cada chica embarazada la obligaban a abortar. Me di cuenta de que ese día me iban a violar. Me fui a la cocina y me tomé unas pastillas para matarme. Perdí el conocimiento. Cuando desperté el guardián me ató las manos y me violó», cuenta Bushra, que también ha relatado a la BBC cómo escuchó los gritos de su hermana de 13 años en la habitación al lado. «La estaba violando el emir, pero no pude ayudarla». Con ella había una amiga de 10 años. «Zina fue violada por cinco hombres del Estado Islámico. Inmediatamente después se puso una cuerda en el cuello y se ahorcó», cuenta.

PALIZA Y VIOLACIÓN MÚLTIPLE

Noor tenía 18 años cuando los yihadistas llegaron a su pueblo. El líder la eligió. Un día trató de huir por la ventana, pero la capturaron. «Me dieron una paliza, me quemaron con cigarrillos. Seis guardas me violaron de una manera brutal, no sé cuantas veces. Durante dos días no pude moverme».

El Estado Islámico pretende 'limpiar' los territorios que van conquistando de minorías religiosas y étnicas como los yazidís. Munira tenía 15 años cuando fue entregada a un soldado de 60. «Cuando me violó me dijo que éramos esclavas de guerra». Estuvo en cautividad tres meses y 20 días. Fue vendida e intercambiada en ocasiones.

VISITA A ESCUELAS MUSULMANAS

Las jóvenes han visitado escuelas musulmanas en las ciudades de BradfordBirmingham Bristol. Allí han alertado de la trampa que se tiende a las «novias yihadistas». «No deben creer lo que ven en Facebook. Prometen una casa, un coche, sirvientes, todo lo que una chica quiere, pero todo es mentira», advierten las invitadas, que ahora deben volver al campo de refugiados donde viven. «En el Estado Islámico no hay más que dolorviolaciones guerra», afirman.